El valor del activo más valioso en las empresas, los colaboradores

Cada vez que se toma en cuenta a los trabajadores se desarrolla un ambiente laboral más seguro, que, como consecuencia ayuda a elevar su máximo potencial.

Actualmente, valores como la sustentabilidad son de gran valor para el crecimiento de una empresa, así como el impulso a la diversidad también lo es. Sin embargo, su impacto no puede quedarse únicamente en el espacio de trabajo, debe de ir más allá.

Al tomar en cuenta a los trabajadores se desarrolla un ambiente laboral más seguro, en el cual pueden desenvolver en su máximo potencial al sentirse respaldados por las políticas internas de inclusión. 

Estos fueron algunos de los temas tratados en el webinar “Buenas Prácticas Empresariales” organizado por el Consejo de la Comunicación, el pasado 20 de julio.

De acuerdo con las panelistas asistentes, para desarrollar buenas prácticas empresariales hay que tomar en cuenta muchos factores. El principal, los empleados o colaboradores, estos deben de sentirse a gusto en el espacio de trabajo y para lograrlo las empresas deben fomentar la diversidad e inclusión.

Hoy en día hay cuatro generaciones que coexisten en las organizaciones y componen el mercado: baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964), X (de 1965 a 1979), Y o millennials (entre 1980 y 1995), y Z o centennials (nacidos entre 1996 y 2012). Cada grupo debe ser tomado en cuenta, para que desde el área de comunicación interna y recursos humanos se diseñen los mensajes adecuados para ellos.

Otro factor importante para el desarrollo empresarial son los líderes, estos se encargan de relacionar correctamente la situación con y entre los colaboradores. Existen algunos aspectos que alteran las circunstancias, puede ser algo interno, como un cambio en la estructura de la compañía, o externo, como lo ha sido la pandemia de Covid19.

Sin embargo, crear estrategias para tener buenas prácticas empresariales es complejo, pues no existe un formato que se pueda replicar, para lo que se debe hacer un diagnóstico para posteriormente, trazar los objetivos. Para ello, se tienen que tomar en cuenta cuatro puntos: las empresas, la sociedad, el Estado y las familias. Entre ellos debe haber balance para elaborar los planes de acción necesarios para la compañía, tales como esquemas más flexibles de trabajo, retención de talento, inclusión y salud entre otros.

Una empresa es competitiva cuando tiene como referencia a sus colaboradores, a la hora de tomar decisiones, esto no aplica sólo en las grandes corporaciones, también en las pymes, pues los colaboradores son el activo más valioso de las compañías por lo que diseñar espacios de crecimiento y desarrollo para éstos, fortalece a su vez, el desempeño de las corporaciones.