Tope de precios al petróleo ruso y la navaja de doble filo

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Escrito por verdes |

Los expertos aseguran que Estados Unidos y sus aliados analizan buscar la manera de limitar […]

Los expertos aseguran que Estados Unidos y sus aliados analizan buscar la manera de limitar el precio de venta del petróleo ruso entre 40 y 60 dólares por barril.

Como parte de los esfuerzos de occidente para frenar el financiamiento a la guerra que lleva a cabo Rusia en Ucrania y estabilizar los precios de la energía y los alimentos a nivel mundial, la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, mencionó hace unos días, previo a la reunión del G7, que era necesario topar el precio del petróleo ruso para hacer frente a la escalada de precios a nivel mundial. 

Yellen acusó a Rusia de ser la causante de una  de las crisis económicas mundiales más fuertes de los últimos tiempos, tan solo como ejemplo, la Unión Europea experimenta una inflación anual de 8.3 por ciento y se espera un crecimiento de solo 1.5 por ciento el próximo año.

La respuesta por parte de Rusia no se hizo esperar y fue la gobernadora del Banco Central ruso, Elvira Nabiullina, la que saliera a decir que no suministrará el hidrocarburo a aquellos países que intenten imponer un tope de precios.

Agregó que de llevarse a cabo esta acción por parte de occidente no ayudaría en nada a la economía mundial, pus al contrario, el petroleo experimentaría una subida significativa.

Según algunos expertos Estados Unidos y sus aliados analizan buscar la manera de limitar el precio de venta del petróleo ruso entre 40 y 60 dólares por barril.

Sin embargo, se sabe que Rusia trabajará para atraer a socios extranjeros para que compren petróleo, con el objetivo de lograr volúmenes de comercio suficientes para establecer una referencia de precios entre marzo y julio de 2023. 

Fuentes del gobierno ruso confirmaron que se está trabajando en una referencia nacional, diciendo que el país busca asegurar que puede vender su petróleo sin ninguna presión o restricción externa.  

En medio de esta idea para mermar las finanzas rusas, algunos analistas consideran que una medida como la de topar el precio del petróleo ruso podría ser contraproducente, en primer lugar porque se tendría que convencer a todo el mundo, incluidos los mayores compradores del hidrocarburo ruso, China e India de aceptar esta medida, algo que se ve bastante difícil. 

Por otro lado se tendría que convencer a Putin de vender su petróleo más barato, algo que también se ve muy difícil. En este caso, si Rusia decide no jugar, los precios mundiales subirán. Sus exportaciones representan el 8 por ciento de la producción mundial. Un recorte al 5 por ciento podría elevar los precios mundiales hasta 30 por ciento, señalan los expertos. Por lo que la decisión de presionar a Rusia de esta manera es un arma de doble filo.