Agricultores combaten la desertificación en España

En la lucha contra la desertificación que azota el sudeste peninsular, un grupo de 500 agricultores y activistas ha emergido como una esperanza. En el triángulo interior entre Almería, Murcia y Granada, donde la sequía es más aguda y la agricultura intensiva ha dejado su huella devastadora, esta coalición ha decidido plantar cara al deterioro ambiental.

El proyecto, iniciado en 2014 por la ONG holandesa Commonland, en colaboración con la asociación local Alvelal, ha cobrado fuerza con el paso de los años. Con una inversión anual de poco más de 400,000 dólares, provenientes de fuentes extranjeras, y un horizonte de veinte años, esta iniciativa busca no solo restaurar el paisaje, sino también revitalizar la economía local y evitar la migración forzada de sus habitantes.

El esfuerzo conjunto ha dado frutos desde la replantación de 240,000 árboles y arbustos hasta la regeneración de 2.6 kilómetros cuadrados de tierras áridas. Además, los 359 agricultores involucrados han adoptado prácticas regenerativas que respetan la vegetación natural, enriqueciendo así los suelos que alguna vez fueron sometidos al arado.

Pero la batalla es ardua. Mientras que Alvelal y sus guerreros han logrado progresos significativos, las estadísticas muestran que durante la última década, las provincias de Almería y Murcia han perdido miles de kilómetros cuadrados de tierras convirtiéndolas en terrenos áridos e improductivos.

Aun así, estos defensores del medio ambiente no se rinden. Desde el replantado hasta la captación de agua para aprovechar las lluvias torrenciales, están utilizando todas las herramientas a su disposición para restaurar la vida en un paisaje que parece destinado a ser estéril.

Pero la tarea es titánica y requiere más que solo voluntad. Aunque las administraciones locales han brindado cierto apoyo, el financiamiento y el compromiso político siguen siendo insuficientes. Los agricultores lo saben y ahora piden que las autoridades tomen medidas concretas y se sumen a esta cruzada antes de que sea demasiado tarde.

Sin embargo, hay señales de esperanza en el horizonte. El modelo de Alvelal está ganando reconocimiento y apoyo tanto a nivel local como internacional. Desde la fundación de la empresa La Almendrehesa hasta la cooperación con asociaciones similares en toda la península, hay un impulso creciente para transformar la región en un líder en la restauración de paisajes y el desarrollo sostenible.