Agrotóxicos peligrosos envenenan Latinoamérica
Escrito por Manuel Pineda Curiel |
En lo que algunos expertos han denominado como “colonialismo químico”, los campos de América Latina […]
En lo que algunos expertos han denominado como “colonialismo químico”, los campos de América Latina se han llenado de pesticidas peligrosos que ponen en riesgo la salud de sus habitantes
La Unión Europea (UE) sigue exportando agrotóxicos prohibidos de su territorio a países de América Latina. Brasil emerge como el principal importador de estas sustancias, lo que ha generado un debate sobre el impacto en la salud pública y el medio ambiente en la región.
Entre estos productos se encuentran el paraquat, conocido por su alta toxicidad, el cual se utiliza para el control de malezas y está vinculado a enfermedades respiratorias y neurológicas; la atrazina, un herbicida que afecta el sistema endócrino, se ha asociado con el cáncer; el clorpirifós es un insecticida que puede causar daño neurológico y problemas de desarrollo en niños; y el acefato, utilizado en cultivos de soya, es neurotóxico y carcinogénico.
Los mayores exportadores de estos agrotóxicos en la UE incluyen a Alemania, Bélgica, Francia y los Países Bajos. En 2022, se exportaron aproximadamente 81,615 toneladas de pesticidas prohibidos desde la UE a América Latina, con Brasil recibiendo más de la mitad de estas exportaciones. Otros países como Argentina, Colombia, México y Ecuador también son importantes receptores de estos pesticidas.
Los expertos han denunciado esta práctica como una forma de “colonialismo químico”. Según declaraciones de Martin Dermine, director de la organización Pesticide Action Network, “Europa sigue beneficiándose económicamente a expensas de la salud de las poblaciones de países en desarrollo. Esta práctica perpetúa las desigualdades y expone a millones de personas a riesgos graves para la salud”, añade.
Un estudio de 2022 del Instituto Nacional del Cáncer de Brasil reportó un aumento del 40 por ciento en casos de cáncer en áreas rurales de alto uso de pesticidas. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 385 millones de personas sufren envenenamiento agudo por plaguicidas cada año en todo el mundo, con una alta incidencia en América Latina.
Acciones urgentes
La exportación de agrotóxicos prohibidos de la UE a América Latina plantea serias preocupaciones éticas y de salud pública. La denuncia de “colonialismo químico” resalta la necesidad urgente de revisar y restringir estas prácticas, así como de promover alternativas agrícolas sostenibles que protejan tanto la salud humana como el medio ambiente. La comunidad internacional y los gobiernos locales deben colaborar para implementar políticas más estrictas y proteger a las poblaciones vulnerables de los efectos nocivos de estos productos químicos.