Ahorrar gasolina no solo depende de la velocidad a la que conduces o del tipo de combustible que usas. Un detalle tan sencillo como la presión de las llantas puede marcar una gran diferencia en el rendimiento de tu vehículo y en tu bolsillo.
Bridgestone, líder global en la fabricación de llantas, recuerda la importancia de revisar regularmente la presión de inflado, pues influye directamente en el consumo de combustible, la seguridad y la vida útil de las llantas.
¿Por qué la presión de las llantas afecta el consumo de gasolina?
Cuando las llantas están infladas correctamente, el vehículo se desplaza con menor resistencia al rodamiento, lo que permite al motor trabajar de manera más eficiente. En cambio, una presión baja hace que el motor necesite más energía para avanzar la misma distancia, aumentando el gasto de combustible y reduciendo el rendimiento (KPG).
En términos sencillos, manejar con llantas desinfladas es como andar en bicicleta con las ruedas medio vacías: se requiere más esfuerzo y se avanza menos.
Consecuencias de conducir con baja presión
Además de consumir más gasolina, unas llantas poco infladas pueden generar problemas adicionales, entre ellos:
- Desgaste irregular: los bordes de la llanta se deterioran más rápido, acortando su vida útil.
- Frenado menos eficaz: la adherencia al pavimento disminuye y se necesita más distancia para detenerse.
- Mayor riesgo de ponchaduras: el exceso de fricción y calor puede provocar fallas repentinas.
- Menor estabilidad: el manejo se vuelve más lento y menos preciso.
Por ello, Bridgestone recomienda revisar la presión de las llantas al menos una vez al mes y antes de realizar viajes largos. La presión ideal puede consultarse en el manual del propietario o en la etiqueta ubicada en el marco de la puerta del conductor.

¿Inflar de más ayuda a ahorrar?
Aunque inflar las llantas de más podría parecer una solución para reducir la resistencia al rodamiento, hacerlo puede ser contraproducente. Una presión excesiva disminuye la tracción, endurece la conducción y aumenta el riesgo de daños o ponchaduras.
La mejor opción, explica Bridgestone, es mantener la presión de inflado recomendada por el fabricante y realizar rotaciones periódicas para asegurar un desempeño equilibrado.
Más allá del ahorro: seguridad y sustentabilidad
La presión correcta de las llantas no solo optimiza el consumo de combustible, también mejora la seguridad vial y contribuye a reducir las emisiones de CO₂. Estas recomendaciones forman parte del Bridgestone E8 Commitment, la iniciativa global de la compañía que promueve una movilidad más sostenible y segura a través de productos y soluciones de alto desempeño.
Dedicar unos minutos al mes para revisar la presión de tus llantas puede marcar una gran diferencia: ahorrar dinero, proteger el medio ambiente y conducir con mayor seguridad.
