Aumenta la importación de vehículos eléctricos en Bolivia

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Escrito por verdes |

Los autos eléctricos e híbridos son cada vez más populares en Bolivia, gracias a los […]

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Los autos eléctricos e híbridos son cada vez más populares en Bolivia, gracias a los beneficios tributarios que el gobierno ha otorgado a su importación. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 se importaron 2,345 vehículos de este tipo, lo que representa un aumento del 111 por ciento respecto al año anterior, cuando se registraron 1,109 unidades.

Estos vehículos tienen la ventaja de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de combustibles fósiles, contribuyendo así a la protección del medio ambiente y a la seguridad energética del país. Además, ofrecen un menor costo de mantenimiento y operación que los autos convencionales, lo que los hace más atractivos para los consumidores.

El gobierno boliviano ha impulsado la importación de autos eléctricos e híbridos mediante la Ley 1151 de Movilidad Eléctrica, promulgada en 2019, que establece una serie de incentivos fiscales para su adquisición. Entre ellos, se encuentran la exención del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), del Impuesto a las Transacciones (IT) y del Impuesto a la Propiedad de Bienes Automotores (IPBA). Asimismo, se otorga una reducción del 50 por ciento en el pago del Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD) para los vehículos híbridos.

Estas medidas han generado mayor interés por parte de los importadores y distribuidores de autos eléctricos e híbridos en el mercado boliviano, que han ampliado su oferta de modelos y marcas. Entre las empresas que han apostado por este segmento se encuentran Toyota, Nissan, Hyundai, Kia, Chevrolet y BYD, entre otras.

Los expertos coinciden en que la tendencia hacia la movilidad eléctrica es irreversible y que Bolivia tiene un gran potencial para desarrollarla, debido a su riqueza en recursos naturales como el litio, que es clave para la fabricación de baterías. 

Sin embargo, también enfrenta una serie de desafíos que deben ser superados. Entre ellos, la falta de infraestructura de carga adecuada y accesible para los usuarios de vehículos eléctricos e híbridos. Según un estudio de la Cámara Automotor Boliviana (CAB), el país solo cuenta con 12 puntos de carga públicos y 50 privados, lo que limita la autonomía y la movilidad de estos vehículos.

Sin normativa

Por otra parte hay una ausencia de una normativa técnica específica que regule los aspectos relacionados con la seguridad, calidad y homologación de los vehículos eléctricos e híbridos, así como de sus componentes y accesorios. Esto genera incertidumbre y riesgos tanto para los importadores como para los consumidores.

Además hay una escasa capacitación y sensibilización de los actores involucrados en el sector automotor, como los mecánicos, los vendedores, los conductores y los usuarios finales, sobre las características, beneficios y requerimientos de los vehículos eléctricos e híbridos. Esto dificulta su aceptación y difusión en el mercado.

Estos retos requieren de una mayor coordinación entre el gobierno, el sector privado, la academia y la sociedad civil, para diseñar e implementar políticas públicas integrales que promuevan la movilidad electroimpulsada como una alternativa viable y sostenible para el transporte en Bolivia.