Biotecnología, la ciencia respetuosa de la naturaleza
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Por: José Ignacio Parada, CEO de Bioelements El gran reto de toda sociedad es satisfacer […]
Por: José Ignacio Parada, CEO de Bioelements
El gran reto de toda sociedad es satisfacer las necesidades de la población que, de acuerdo con la ONU alcanzará 9,100 mil millones de personas para 2050; entre estas necesidades se encuentra la alimentación y por supuesto los empaques en los que se encuentran almacenados los alimentos para su distribución.
Durante el siglo XX, antes del desarrollo de los biodegradables, el plástico fue uno de los materiales más populares para este rubro, por su bajo costo de manufactura, flexibilidad y no permeabilidad, sin embargo, según la organización Greenpeace cada año se fabrican 500 mil millones de botellas de PET que se utilizan para el almacenaje y distribución de líquidos, sin contar todos los embalajes que se utilizan para alimentos sólidos como la gran mayoría de los que vemos y adquirimos por millones en el supermercado.
De acuerdo con un estudio del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en la actualidad solo 20 por ciento del plástico se recicla a nivel mundial lo que contribuye a que el planeta tierra enfrente una triple emergencia ambiental: el calentamiento global, la pérdida del hábitat que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas ha conllevado a que aproximadamente 1 millón de especies estén en peligro de extinción; y la contaminación que impacta el aire, la tierra y el agua.
Ante estas problemáticas existen desarrollos biotecnológicos que aprovechan la capacidad metabólica de los microorganismos, aplicados en sistemas de ingeniería para resolver problemas ambientales, con la capacidad de no afectar o bien, contribuir al cuidado del medio ambiente, ya sea para la fabricación de sustitutos al plástico, el tratamiento de aguas residuales, remediar acuíferos y suelos contaminados por hidrocarburos, metales pesados o plaguicidas, así como para la generación de energías renovables a partir de desechos industriales.
La biotecnología, por tanto, ha pasado de ser una materia de ciencia ficción a una realidad que se encuentra al alcance de todos, lo mismo en el rendimiento del campo que en la explotación de productos del mar o en la reducción del impacto ambiental.
Son muchos los campos y cada vez más cercanos en los que tienen impacto el desarrollo biotecnológico, en el medioambiental ha permitido la creación de resinas como la que utiliza Bioelements para ofrecer los beneficios del plástico, pero con la ventaja de que, al estar conformados por materiales naturales, pueden ser compostados, o incluso consumidos por los microorganismos en cualquier ambiente, lo que contribuye a que el ciclo vital siga su curso.
Además, al no ser bio-tóxicos ni tóxicos por metales pesados, al biodegradarse no liberan elementos químicos, ni afectan negativamente al medio ambiente, reduciendo así la huella de carbono y, por si fuera poco, se reintegran rápidamente.
Como en cualquier avance tecno científico es importante considerar los valores éticos y saber que no sólo se trata de aprovechar los avances obtenidos con un fin económico sino de transformar las economías y las sociedades para hacerlas más inclusivas, más justas y más respetuosas con la naturaleza.