China acelera el almacenamiento de energía 

China, el mayor consumidor y productor de energía del mundo, está dando pasos agigantados hacia la independencia energética, y su ambicioso plan ha desencadenado una verdadera “fiebre del oro” en la industria de las baterías. Empresas de diversos sectores, desde fabricantes de alimentos hasta nuevas empresas tecnológicas, están ingresando rápidamente al lucrativo mercado del almacenamiento de energía en el país, atraídas por las inversiones gubernamentales destinadas a transformar el sistema energético nacional y lograr una economía más sostenible.

La Administración Estatal de Impuestos (AEI) de China informó recientemente que la recaudación de impuestos relacionados con la economía digital, que incluye servicios de almacenamiento de energía, ha aumentado en promedio 32.3 por ciento en la primera mitad del año. Aiqicha, una herramienta de consulta de crédito empresarial lanzada por Baidu, reveló que el número de empresas registradas como empresas de almacenamiento de energía en China es de 109,000.

Una auge inesperado

Yijing Wang, fundador de 2060 Advisory, una firma de asesoría de inversiones centrada en tecnologías limpias, destaca el vertiginoso auge de la industria de las baterías en China. El almacenamiento de energía se ha vuelto un sector altamente atractivo debido a su papel crucial en la revisión del sistema energético chino, después de que el presidente Xi Jinping se comprometiera a reducir las emisiones netas de dióxido de carbono a casi cero para 2060 y alcanzar el pico de carbono antes de 2030.

Goldman Sachs pronostica que el almacenamiento de energía, facilitado por las políticas energéticas de China, representará una oportunidad de inversión en infraestructura de más de 7,000 millones de dólares hasta 2040. La apuesta del país asiático hacia las energías renovables y el almacenamiento de energía está respaldada por la necesidad de reducir el uso de carbón y aumentar la capacidad de generación de energía solar y eólica. Las baterías desempeñan un papel fundamental al proporcionar respaldo cuando las fuentes de energía renovable no producen suficiente electricidad.

El gran desafío

Sin embargo, la fiebre del almacenamiento de energía también plantea ciertos desafíos. Se teme que muchas empresas sin experiencia busquen financiamiento estatal, lo que podría desencadenar un ciclo de auge y caída en el sector. Durante los últimos años, China ha priorizado sectores específicos para su financiamiento, lo que llevó a decenas de empresas a adentrarse en el desarrollo de vehículos eléctricos y chips informáticos. La fiebre del almacenamiento de energía ha seguido patrones similares.

Goldman Sachs pronostica que se necesitará alrededor de 520 gigavatios de almacenamiento de energía en China para 2030, con hasta 410 gigavatios provenientes de baterías, lo que representa un aumento de 70 veces en comparación con los niveles de almacenamiento de baterías que había en 2021.

La creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de acelerar la adopción de energías limpias han impulsado la inversión en el sector de las baterías en todo el mundo. Si bien existen desafíos, como el riesgo de exceso de capacidad y las tensiones comerciales entre países, el panorama para la industria de las baterías sigue siendo prometedor.