Criterios ESG, exigirán transparencia y menos greenwashing

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La emergencia climática junto con la crisis de los energéticos que se vive en la […]

La emergencia climática junto con la crisis de los energéticos que se vive en la actualidad, exigen cada vez con mayor urgencia, acciones y compromisos por parte de los diferentes actores de la sociedad.

Gobiernos, empresas y sociedad civil, promulgan comprimisos y acciones encaminados a mitigar los impactos que la actividad humana genera en su entorno y el medio ambiente. Diversas voces coincicen en que, la humanidad, ha entrado al camino sin retorno en cuanto a los efectos y daños ocasionados al planeta debido a la sobre explotación de los recursos naturales.

En ese sentido, la comunidad científica y recientemente la ONU a través del informe de trabajo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), “sobre la mitigación de los efectos del calentamiento global” concluyó que, si no se toman acciones inmediatas a gran escala, la humanidad estará en pocos años frente a una mayor crisis alimentaria, enfermedades y crisis económicas agudas.

Los gobiernos hacen su parte en medida de su capacidad económica y conforme asumen o alinean sus políticas públicas para establecer condiciones para que empresas y sociedad, trasiten hacia un desarrollo más sustentable, el tiempo parece agotarse.

Por su parte, los mercados financieros comienzan a establecer criterios más estrictos apegados a promover portafolios, empresas e índices con criterios de sustentabilidad bajo la etiqueta de empresas ESG.

Estos índices, junto con las inversiones y colocaciones de bonos verdes o sustentables, han venido creciendo en los últimos años de forma considerable, pues el consenso general tanto de empresas, inversionistas como de los operadores y reguladores de los mercados financieros, es contribuir a la mitigación de los efectos del cambio climático y a la transición energética que pretende dejar de consumir energías fósiles para producir electricidad y combustibles limpios para la movilidad.

La evolución de los mercados

En uno de sus más recientes informes sobre empresas ESG, el Bank of America detalla que durante el 2021, 3 de cada 10 dólares gestionados por los fondos de inversión a nivel mundial, se dirigieron hacia instrumentos de renta fija etiquetados o clasificados como ESG. El estudio señala que la colocación de bonos y prestámos verdes superarón los 3 billones de dólares (millones de millones).

Los mercados financieros europeos lideran en número y en volúmen las inversiones con criterios sustentables, durante 2021, más del 65 por ciento de las inversiones en renta fija se realizaron bajo estos criterios, mientras que, en el conjunto de las economías emergentes, el 25 por ciento de las inversiones se realizaron bajos parametros ESG.

Estados Unidos está llamado a ser uno de los principales mercados de inversión en materia de sustentabilidad y aunque durante 2021 apenas el 4 por ciento de las inversiones de fondos fueron realizados bajo criterios ESG, el monto de colocaciones fueron superiores a 500 mil millones de dólares.

En México, la tendecia también va a la alza, de acuerdo con cifras del Consejo Consultivo de Finanzas Verdes (CCFV) durante 2021, la colocación de bonos bajo criterios ESG fue superior a 181 mil millones de pesos, un incremento del 170 por ciento con respecto al año anterior. El 59 por ciento de esos recursos fueron colocaciones en bonos verdes y sustentables.

Los mercados financieros globales, se han volcado ya hacia la transición energética y están dirigiendo en mayor medida los capitales para fortalecer o apoyar a las empresas o proyectos de gobierno que cumplen o están enfocados a criterios y objetivos sustentantables y ambientales. En este sentido, BloombergNEF, señala que la inversión requerida para el suministro de energía y para el desarrollo de las infraestructuras para hacer frente al cambio climático es de más 173 billones de dólares (millones de millones) de aquí al año 2050, es decir, el equivalente 5.8 billones de dólares cada año. 

En el caso de México, las empresas que componen el S&P/BMV Total México ESG Index, elevaron su rentabilidad y valor de mercado en más de 10 por ciento con respecto al año anterior. Cierto, el 2020 fue un año atípico y la recuperación del 2021 podría reflejar principalmente el impulso de los inversionistas por recuperar el terreno perdido durante el año de inicio de la pandemia. Aún sí, tanto los gestores de fondos como los inversionistas parecen haber alineado sus estrategias de mercado hacia proyectos etiquetados como ESG.

De esta forma, tanto gestores de inversión como calificadores de riesgo, buscan y ofrecen mayores instrumentos y vías para que los inversionistas dirijan sus capitales a proyectos ESG.

El riesgo de la fiebre ESG

La calificadora de riesgo S&P Global Ratings ha trabajado junto con las principales bolsas de valores de América Latina para crear índices de cotización compuestos por empresas que reportan y tienen prácticas ESG. La institución opera al menos unos 15 índices e instrumentos de inversión catalogados ESG a nivel mundial. De la misma manera, las calificadoras Moody´s y Fitch Ratings como Goldman Sachs y Bloomberg entre otras, cuentan con sus propios criterios para clasificar y determinar el nivel de compromisos o avances ESG de las empresas.

El asunto es que, la variedad de los criterios y parámetros para calificar a las empresas ESG, está generando controversia que, de acuerdo con los especialistas en la materia, ha contribuido a que, empresas e inversionistas, incurran en greenwashing o falsedad de información por parte de las empresas, lo que

parece no ser una practica aislada entre quienes participan en los mercados buscando emitir deuda o acceder a prestámos para continuar la operación de sus compañías.

Durante el último trimestre del año pasado, la comisión del mercado de valores de Nueva York la SEC, junto con el regulador de mercado aleman BAFIN, iniciaron una investigación encontra del gestor de fondos Deutsche Bank DWS a quien señalan de haber falseado y exagerado la etiquetación de su cartera de fondos sostenibles.

El asunto no es nuevo, tampoco es el último, pues al fondo de inversión, le sigue una larga lista de firmas globales y de fondos de inversión que han sido señalados de haber incurrido en greenwashign en los mercados financieros mundiales. En ese sentido, por ejemplo, los reguladores de mercado, tienen en la mira a la compañía Telsa, a la que señalan de no cumplir con los criterios ESG. El dilema se agudiza si el escrutinio de las empresas bajo esta etiqueta se aterriza en los países de economías emergentes.

La organización civil InfluenceMap, reveló en un estudio en el que evalúo a 723 fondos de inversión a nivel mundial que gestionan en conjunto una cartera de activos superior a 330 mil millones de dólares, que el 55 por ciento de esos fondos enfocados a temas climáticos y el 70 por ciento de los fondos ESG, no se alinean a los objetivos de los Acuerdos de París. 

En ese sentido, los reguladores mundiales están tratando de redefinir los criterios de evaluación y revisión de las declaraciones y reportes de sostenibilidad de las empresas de acuerdo a legislación vigente de sus respectivos países. Mientras que,

la SEC, inició desde hace dos años la tarea para revaluar los criterios con los que se etiqueta y se clasifica a las empresas que reportan y dicen tener prácticas ESG en el mercado de Nueva York.

El objetivo es encontrar los lineamientos y diseñar una metodología y criteros ESG para obtener mediciones homogeneas en los métodos de evaluación de los avances de las empresas en materia de sustentabilidad. Y es que, de acuerdo con diversas organizaciones de la sociedad civil, las empresas sólo reportan sus programas de avances sustentables a nivel corporativo y no así de cada uno de sus productos o servicios y de toda su cadena de valor que, es donde está parte de la clave para avanzar de manera efectiva hacia la transición de una economía más amigable con el medio ambiente, con la sociedad y alineada a los principios corporativos de las empresas.

Sin embargo, por el momento no existe un criterio claro y homogéneo sobre cómo se deben calificar los productos de inversión para ser sostenibles y los esfuerzos regulatorios para dar transparencia a la oferta de fondos ESG, se están definiendo, por lo que esto, apenas comienza.

De esta forma, la etiqueta de sostenibilidad a un producto, o empresa lo otorgan por ahora las agencias calificadoras de riesgo y algunos de los grades bancos de inversión, que dicho sea de paso, sólo son unos cuantos a nivel global quienes siguen avalando los riesgos crediticios o los criterios de sustentabilidad, lo que para algunas voces de organizaciones civiles y ONGs independientes, representa el riesgo de caer en sesgos y nula transparencia a la hora de etiquetar los bonos, los créditos o los índices sustentables.

El segundo informe de “Las Empresas ESG”, no debe leerse propiamente como una afirmación de qué empresas pueden ser o no catalogados como ESG en México. El objetivo de este ejercicio, es mostrar qué empresas están calificadas bajo estos criterios por el mercado de valores y las agencias de calificación para mostrar cuál fue su comportamiento accionario y cuáles sus resultados financieros durante el año en que fueron  calificadas como empresas sustenables. Esto con el fin de medir si el mercado e inversionista, actúan en congruencia con la tendencia sustentable y los criterios ESG.