El camino hacia un planeta verde

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Por: Griscelda Ramos, directora de Sustentabilidad Natura México El 2022 cerró con significativos avances para […]

Planeta verde

Por: Griscelda Ramos, directora de Sustentabilidad Natura México

El 2022 cerró con significativos avances para la reducción de la huella de carbono. La COP27, celebrada en Egipto, arrojó los primeros acuerdos entre los países para mitigar y reducir sus impactos ambientales, pero también puso sobre la mesa la importancia de cuestionar ¿cuáles son los cambios profundos que debemos realizar para lograr un crecimiento sostenido que nos permita obtener prosperidad económica, bienestar social y cuidado ambiental? 

El siglo XXI nos exige cambiar el paradigma de los negocios para hacer frente a los retos sociales y ecológicos del futuro. Tan sólo en México, el Instituto Nacional de Cambio Climático (INECC) dio a conocer que de los 2,256 municipios en los que se divide el país, el 20% (480) tiene un nivel de vulnerabilidad muy alto. De acuerdo con el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) se estima que alrededor del 68% de la población y el 71% de PIB del país están expuestos a los efectos negativos del cambio climático.

Si estos efectos pueden ser tan devastadores para la población ¿por qué seguir impulsando un modelo económico que invita a la sobreexplotación de recursos y que es claramente insostenible? ¿Por qué seguir ignorando el costo social del carbono?

Acorde con el informe El costo social del carbono: una visión agregada desde

América Latina, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2019), la relevancia de medir el costo social del carbono radica en que “permite identificar y establecer cuál es el costo que la sociedad está dispuesta a pagar por disminuir su huella de carbono, lo cual, resulta particularmente útil para la construcción de políticas públicas referidas al cambio climático y al desarrollo sostenible en América Latina”.

Bajo este argumento, en Natura estamos convencidos de que la economía circular es un sistema industrial regenerativo que nos permite generar impactos positivos mientras nos brinda la oportunidad de repensar la forma en la que se diseñan los productos, procesos, materiales y modelos de negocios. Es un concepto que busca impulsar el desarrollo, pero dentro de los medios y recursos disponibles en el planeta. 

Creemos firmemente que es momento de impulsar un nuevo modelo económico que nos permita no sólo obtener ganancias, sino también asegurar la devolución de recursos a la sociedad y a nuestro medioambiente. De nosotros depende el futuro, estamos convencidos de que si logramos la integración de estos dos conceptos clave: sustentabilidad e impacto positivo, podremos lograr no sólo reducir nuestra huella de carbono, sino garantizar un mejor futuro para nuestras próximas generaciones.