El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial con los brazos cruzados

verdes

Escrito por verdes |

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han sido criticados por una […]

Banco Mundial

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han sido criticados por una serie de organizaciones y líderes mundiales en los últimos años debido a su inacción para impulsar el desarrollo global y para frenar el cambio climático. Desde su punto de vista, estas entidades han beneficiado a los ricos y poderosos, y diseñados sistemas que perpetúan la desigualdad económica y social.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, reprochó duramente al FMI y al BM durante la Cumbre de Acción Climática de la ONU en Nueva York. Afirmó que ambas instituciones estaban “moralmente en bancarrota” y que sus políticas y programas estaban diseñados para beneficiar a los ricos y poderosos, mientras que los pobres y vulnerables eran los que más sufrían los impactos del cambio climático.

La crítica del secretario general de la ONU se basó en gran medida en que el FMI y el BM han sido acusados de imponer políticas económicas que favorecen a los países más ricos y poderosos, mientras que los países más pobres y vulnerables sufren las consecuencias. Por ejemplo, el FMI ha sido criticado por imponer políticas de austeridad que han llevado a recortes en los servicios públicos y aumentos en la pobreza en muchos países en desarrollo.

Además, el FMI y el BM también han sido criticados por no abordar adecuadamente el problema del cambio climático. A pesar de la creciente conciencia sobre la importancia de abordar el tema, tanto el FMI como el BM han sido criticados por continuar financiando proyectos que contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la degradación ambiental.

Por ejemplo, en 2020, un informe de la organización no gubernamental Oxfam International encontró que el BM había financiado proyectos de carbón y petróleo por valor de 12,000 millones de dólares (mdd) en los últimos cinco años, a pesar de su compromiso declarado de reducir su financiamiento para combustibles fósiles. El informe también encontró que el FMI había proporcionado apoyo financiero a programas de austeridad que limitaban la capacidad de los países para abordar el cambio climático y mejorar la resiliencia climática.

Los críticos argumentan que la inacción del FMI y el BM en el cambio climático es particularmente preocupante, ya que ambos tienen un papel importante en la configuración de la economía global. Como dos de las instituciones financieras internacionales más influyentes, su falta de liderazgo en el tema del cambio climático puede tener implicaciones graves y duraderas para el planeta y las personas que lo habitan.

El FMI ha señalado que está comprometido con abordar los desafíos globales del cambio climático y la desigualdad económica. En octubre de 2020, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, afirmó que la pandemia de Covid-19 había creado una “oportunidad para construir una economía más justa y sostenible para todo”, y que el FMI estaba trabajando en estrecha colaboración con los países miembros para desarrollar políticas que aborden la crisis climática y promuevan la recuperación económica.

El BM, por su parte, ha reconocido la necesidad de abordar el cambio climático y ha establecido una serie de objetivos y políticas para reducir su financiamiento para combustibles fósiles y aumentar su inversión en proyectos de energía renovable y sostenible. En diciembre de 2020, el BM anunció que había superado su objetivo de movilizar 200,000 mdd en financiamiento para proyectos climáticos en los cinco años desde la firma del Acuerdo de París.