El mito del reciclaje y la encrucijada del manejo de los residuos

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Es cierto que se ha avanzado de manera importante en la adopción de metas y […]

Manejo de residuos

Es cierto que se ha avanzado de manera importante en la adopción de metas y objetivos de economía circular, cada vez es más frecuente ver cómo empresas, gobiernos e instituciones, se suman a las cruzadas para adoptar medidas que permitan un mejor y más eficiente manejo de residuos generados en la industria y en las ciudades.

Poco a poco, se van logrando avances importantes en materia de economía circular que no sólo significa reciclar, también promueve el reuso y la recuperación, y como valor agregado, reparar, remanufacturar, repensar y rediseñar los productos.

Sin embargo, dichos principios, no aplican de manera general para todo tipo de materiales y las condiciones, pueden cambiar dependiendo del tipo de uso que se le de al manejo de residuos. En particular los plásticos, enfrentan este dilema pese a que, existen avances importantes en materia de diseño e innovación de resinas.

No obstante, estos materiales como otros, siguen causando polémica por la naturaleza de su configuración y por el bajo índice de reciclaje en algunos tipos de plásticos que llegan a ostentar el sello de ser reciclables sin serlo.

En 2018 la ONG Last Beach Cleanup emprendió una cruzada contra lo que considerará “el mito del reciclaje”. Las investigaciones de la organización sobre los materiales plásticos no reciclables de uso común, arrojó luz sobre aquellas empresas que ostentaban el símbolo de reciclable en sus empaques o utensilios como reciclables, sin que lo fueran. 

Dicha investigación, dio paso a la creación de la “Ley de Etiquetado Verídico” en el Estado de California en los Estados Unidos, en donde se obligó a empresas como Coca Cola y Clorox, así como algunas de comida rápida, a modificar algunas de sus etiquetas de reciclaje.

Residuos electrónicos

El sector plástico no es el único que se encuentra en dicha encrucijada, la industria de telefonía y dispositivos electrónicos, presentan el mismo dilema del reciclaje de sus componentes que, de acuerdo con diversos estudios, no todos sus componentes son recuperables ni tampoco reciclables o reutilizables.

El reto de dicha industria es que, coloca mucho más productos en el mercado de los que lograr recuperar para ser reciclados y revalorizados en un años. De acuerdo con cifras del portal “Statista”, en 2023 se habrán consumido alrededor de 14,700 millones de dispositivos electrónicos entre teléfonos y dispositivos móviles en todo el mundo. 

Tan sólo Apple durante 2016, vendió 231 millones de teléfonos y dispositivos móviles, de los cuales, se estima recuperó únicamente 1.2 millones para ser reciclados, un proceso que requiere grandes cantidades de energía y recursos para reincorporar los materiales reutilizables a dispositivos nuevos.

El dilema para algunas industrias, es superar las barreras que aún presentan algunos de los materiales que son utilizados para manufacturar productos nuevos y que, al ser reciclados o reutilizados, no generen un impacto mayor al de la producción inicial del producto. Un ejemplo de ello puede ser la industria textil que podría estar gastando más agua y energía a la hora de reciclar prendas y telas.

Aunado a ello, existe el riesgo de que más empresas incurran en greenwashing con el etiquetado de reciclables como sucedió en el Estado de California.