El Puerto carbonero de Hebei, en China, va por neutralidad de carbono

En la provincia de Hebei, China, el principal puerto carbonero está dando pasos significativos hacia un futuro más sostenible. A pesar de que el carbón sigue siendo una fuente vital de energía para China, especialmente en el sector industrial, el país está avanzando rápidamente en el desarrollo de energías renovables. Este puerto ha adoptado tecnologías innovadoras para reducir la contaminación asociada con el transporte de carbón, un esfuerzo clave en la ambición de China de alcanzar la neutralidad de carbono.

China se ha comprometido a convertirse en un país neutral en carbono para el año 2060, un objetivo ambicioso que requiere una transformación profunda de su matriz energética. Actualmente, los combustibles fósiles, y en particular el carbón, representan una parte importante del suministro energético del país. Sin embargo, el puerto de carbón de Hebei, el más grande de China, con más de 200 millones de toneladas anuales, está demostrando que es posible equilibrar el crecimiento económico con la acción climática.

Las tecnologías empleadas en el puerto incluyen sistemas de manejo y transporte de carbón más eficientes, como rociar con minúsculas gotas de agua para minimizar la liberación de polvo y reducen las emisiones de CO2. Los especialistas señalan que esta tecnología puede eliminar el 95 por ciento del polvo del carbón durante su transporte. Además, se están implementando medidas para mejorar la eficiencia energética y fomentar el uso de fuentes de energía alternativas.

Enfoque innovador

Este enfoque no solo beneficia al medio ambiente, sino que también apoya la economía local y nacional. Al adoptar prácticas más limpias y sostenibles, el puerto se posiciona como líder en la industria y establece un modelo a seguir para otros puertos y sectores industriales en China y en todo el mundo.

El puerto de Huanghua anunció que implementará nuevos planes de expansión para aumentar su capacidad de carga en más de un 20 por ciento. Asimismo, gracias a las nuevas tecnologías e innovación, esperan dentro del corto plazo alcanzar la meta de cero emisiones de carbono durante el transporte del carbón.