En marcha la carrera por los minerales del futuro

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Escrito por verdes |

Cada país tiene distintos “minerales del futuro” en la mira para competir mejor en la […]

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Cada país tiene distintos “minerales del futuro” en la mira para competir mejor en la transición energética hacia una economía más verde. Aunque se habla de ciertos metales como algo del futuro, la realidad es que la carrera está en marcha. En dicho entorno, las naciones que se queden ancladas en la exportación de petróleo, gas y carbón corren el riesgo de ser menos competitivas. 

De aquí al año 2040, la demanda por esos minerales escalará velozmente, de acuerdo con Tae-Yoon Kim, analista de la Agencia Internacional de Energía (IEA) y autor principal del informe “El rol de los minerales críticos en la transición hacia energías limpias”. Pero, ¿cuáles son esos minerales? 

Expertos han identificado cerca de 20 que son cruciales para la transición energética del mundo, concluyendo que los países con la capacidad para extraerlos o procesarlos tienen una ventaja. En ese sentido, la IEA estima que los más cruciales son el litio, el níquel, el cobalto, el cobre y el grafito.

Es un tema sobre el cual también se han pronunciado algunos mandatarios.  

“Construir un futuro de energía limpia producida en Estados Unidos ayudará a salvaguardar nuestra seguridad nacional. Necesitamos poner fin a nuestra dependencia de China y otros países para obtener insumos que impulsen el futuro”, dijo el presidente Joe Biden este año tras, luego de anunciar que invocaría la Ley de Producción para la Defensa

Dicha legislación apoyará la producción y el procesamiento local de minerales usados en la fabricación de baterías eléctricas y soluciones de energías renovables. 

Extracción versus procesamiento

Los expertos indican que actualmente la extracción de los minerales del futuro está altamente concentrada en ciertos países.

Por ejemplo, la inmensa mayoría del cobalto que existe en el mundo viene de la República Democrática del Congo, el níquel de Indonesia, el litio de Australia y el cobre de Chile. Lo anterior no significa que esos metales no se encuentren y extraigan en otros países, o que los países líderes en la extracción de ciertos minerales sean los líderes en su procesamiento.

Si bien la extracción está dividida entre varias naciones, China domina el procesamiento de esos minerales.

En ese sentido, Tae-Yoon Kim comentó en entrevista para la BBC que es difícil saber qué países serán los más beneficiados en la transición energética; “eso dependerá de dónde se ubiquen en la cadena de producción”. Lo que está claro, agregó, es que estamos en un momento crucial: mientras el petróleo marcó la historia del Siglo XX, los minerales de la transición energética marcarán la historia del Siglo XXI.

Transición energética 

Ante el hambre de minerales previsto para las próximas dos décadas, Estados Unidos y Europa han encendido los motores de la transición energética para disminuir su dependencia actual y futura de países como China y Rusia.

Pareciera que el peor dolor de cabeza lo tienen los países europeos que están contra la espada y la pared, ya que hasta hace poco el 40 por ciento del gas que se consumía en el continente venía de Rusia – el segundo mayor productor de gas del mundo y el tercero de petróleo, así como el segundo mayor exportador de cobalto, el segundo de platino y el tercero de níquel.

Son cuatro los metales necesarios para las baterías eléctricas: níquel, cobalto, litio y cobre. También son clave para el almacenamiento de distintos tipos de energía, para la actividad industrial y, en términos generales, para una economía más electrificada. 

Si la oferta no logra abastecer un aumento en la demanda por estos metales, los precios se van a disparar, de acuerdo con Lukas Boer, investigador del Instituto Alemán de Investigación Económica. A su vez, nuevos jugadores estatales y privados verán emerger grandes riquezas.

De hecho, el estudio de la IEA concluye que los precios de esos cuatro metales podrían alcanzar récords históricos por largos períodos de tiempo, una tendencia que rompe con los habituales ciclos de alza y caída del valor en los mercados internacionales.