Hacia un cambio de tendencia agrícola en México

Por: Fernando Rodríguez, Sustainable Agriculture en Carbon Trust México

Existe una creciente necesidad por la implementación de nuevas y mejores técnicas en el sector agrícola. Esto nos obliga a volver a la base, a la implementación de prácticas que promueven las dinámicas naturales, buscando reducir y, en la medida de lo posible, evitar las prácticas convencionales que generan un mayor impacto en el suelo y los ecosistemas en general, encontrando de esta forma el balance entre la producción y la conservación. 

En contraste, no se puede perder de vista la necesidad de proveer de alimento a la creciente población global, lo cual representa un desafío para todos los gobiernos del mundo. Sin embargo, la respuesta a este problema puede no estar solamente en el aumento de la cantidad producida, sino además en la forma en que se produce. 

De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos el sector Agricultura, Silvicultura y Otros Usos de Suelo es responsable del 24 por ciento de las emisiones de GEI a nivel global. Esto ha puesto al sector agroalimentario en el centro de las agendas globales. 

Promover la agricultura sostenible es parte de los ODS de la ONU y es en parte por su papel fundamental en el panorama del cambio climático. Se trata de una industria que puede ser abordada desde dos frentes: 

Por un lado, el sector agrícola ha contribuido notablemente a las emisiones de GEI, siendo uno de los principales emisores de metano (CH₄), óxido nitroso (N₂O), y en menor cantidad de dióxido de carbono (CO₂). Esto a través de actividades como el cambio de uso de suelo, la aplicación de fertilizantes y el uso de combustibles, entre otros. 

Por otro lado, puede convertirse en un sector esencial en la ruta al Net Zero por su potencial de mitigación del cambio climático a través de la implementación de prácticas de agricultura regenerativa. Estas prácticas consisten en regenerar los sistemas naturales alrededor de la agricultura a través de actividades como la reducción (o idealmente la eliminación) de la labranza, la implementación de sistemas agroforestales, la rotación de cultivos y el uso de cultivos de cobertura, entre otros. Esto es una visión holística que se centra en recrear el equilibrio que existe de forma natural en el entorno. 

La implementación de estas prácticas aún se encuentra en etapa temprana y esto supone una serie de retos. Primeramente, aún existe mucha desinformación sobre el tema, lo que hace que sea más difícil comunicar la importancia de la transición hacia prácticas que difieren de lo que se ha hecho por años. En segundo lugar, los resultados no son inmediatos y requieren de una inversión inicial, aunque a mediano plazo tienen beneficios que pueden ser percibidos, no sólo por los productores y empresas involucrados en la producción.

A nivel global, son cada vez más las empresas del sector agroalimentario que están implementando estas prácticas. Además, es importante para los productores y empresas prever que existe una tendencia que busca hacer más sostenibles las cadenas de suministro. 

México debe adoptar un papel protagónico en este tema y el sector privado puede ser uno de los principales actores. Aquí existen las condiciones ambientales, sociales y económicas para impulsar este movimiento, aprovechando la diversidad de suelos, la variedad de cultivos y la importancia de nuestros productos agrícolas en el mercado internacional. En este contexto, los productores y empresas mexicanas pueden llegar a posicionarse como líderes en este nicho que cobra cada vez más importancia, algo de lo que Carbon Trust busca impulsar.