La crisis alimentaria mundial en un nudo geopolítico
Escrito por verdes |
La crisis climática es uno de los mayores, por no decir el mayor, problema que […]
La crisis climática es uno de los mayores, por no decir el mayor, problema que afecta al mundo actualmente. Gran parte de sus repercusiones se pueden ver en la destrucción de los ecosistemas o en los cambios de temperatura.
Sin embargo, también tiene un impacto en la seguridad alimentaria de un inmenso número de personas. Aunado a ello, hay una agravante a dicha situación que viene tomando mayor relevancia en los últimos meses, la guerra entre Rusia y Ucrania.
En los últimos dos años, el número de personas en riesgo alimentario severo se duplicó, según información del Llamamiento a la Acción para la Seguridad Alimentaria Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se pasó de 135 a 276 millones. Además, más de medio millón de personas pasan hambre, esto es cinco veces más que cinco años atrás.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), si no se toman acciones para frenar el cambio climático, esta cantidad de gente podría pasar los mil millones para el año 2080.
Hay varios motivos por los cuales el calentamiento global es un factor para poner en riesgo la alimentación de tantas personas. Las grandes olas de calor, los extensos e intensos periodos de sequías, inundaciones y tormentas devastadoras, pueden perjudicar directamente la producción de alimentos. Donde mayor conflicto causa es en regiones donde la población depende de su agricultura local, tanto para consumo como para su venta.
El este de África está afrontando los daños de estas alteraciones climáticas, países como Somalia, Etiopía y Kenia están viviendo grandes sequías, mientras que Sudán del Sur está en su cuarto año consecutivo con fuertes inundaciones. En el Caribe hay una temporada de huracanes más intensa de lo habitual. Además, según la ONU, en Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur, Yemen, Afganistán y Somalia hay al menos 750 mil personas que enfrentan la inanición y muerte en consecuencia.
Esta inestabilidad en la cosecha también se ve reflejada en los precios. La inconsistencia en su costo dificulta el acceso a productores y consumidores de menor poder adquisitivo, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de la población.
Sumado a lo anterior, la contaminación de agua, suelo y tierra, no solo afectan a la productividad de los sembradíos, sino que también la salud de quienes ingieren sus cosechas. Por lo que el cambio climático tendría un fuerte impacto en la alimentación y en la salud, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU comentó que la situación actual es peor a la vista en la Primavera Árabe. Surgió una severa crisis económica derivada de las protestas en el norte de África que llevó a la hambruna en muchos países.
Por el lado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la seguridad alimentaria se ve amenazada porque Ucrania exporta cerca del 50 por ciento del aceite de girasol en el mundo, mientras que en maíz y trigo lo hacen en un 15 y 12 por ciento respectivamente. Estos productos están detenidos en los puertos del Mar Negro porque los bloqueos rusos no les permiten salir.
Se estima que, hasta 181 millones de personas, aproximadamente, a lo largo de 41 países pueden llegar a enfrentar una crisis alimentaria, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Actualmente, mueven sus granos a través de Europa mediante trenes, carreteras y ríos, pero no es tan significativo como por la vía marítima.
Han pasado semanas de negociaciones, sin llegar a resolver nada. Por el lado de Rusia, se dice que permitirá las exportaciones si Ucrania retira las minas y someten a los barcos a inspección en búsqueda de armas. Diversos funcionarios ucranianos no creen que eso llegue a pasar, mientras que su presidente acusa a Rusia de causar la crisis alimenticia y dañar la infraestructura agrícola.