La energía nuclear y el gas serán considerados verdes en Europa

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Tanto la energía nuclear como el gas pueden tomarse en cuenta como contribuyentes a la […]

Tanto la energía nuclear como el gas pueden tomarse en cuenta como contribuyentes a la lucha contra el cambio climático, en la Unión Europea.

Este miércoles, en la sede central de la Unión Europea, el pleno del Parlamento Europeo respaldó la moción presentada en febrero por la Comisión Europea, de que la energía nuclear y el gas sean considerados verdes. De esta forma, ambas fuentes de energía pasarían a ser tomadas en cuenta como contribuyentes a la lucha contra el cambio climático.

Aún es posible que esta decisión sea rechazada, pero para ello se tienen que oponer el 20 de 27 países del Consejo de la UE se oponen, esto representa 65 por ciento de la población europea. Para hacer esto posible tienen hasta la medianoche del 11 de julio, no obstante, esto parece ser muy complicado que pase.

Fue a inicios de año que la Comisión Europea presentó la propuesta de taxonomía verde, con ella se pretende dar un orden económico y energético de acuerdo a su huella de carbono. Así se le daría el reconocimiento de “verde” a las centrales nucleares existentes, y las que sean construidas, hasta 2045. Las de gas recibirían la misma denominación, por lo menos hasta 2030.

Con la taxonomía verde, la Unión Europea pretende ofrecer a las empresas e inversionistas una visión clara de lo que es y no es sostenible. De esa forma se evitará el greenwashing, término usado para denunciar la falsa imagen de responsabilidad medioambiental por parte de una empresa o industria.

En el caso de las centrales de gas, solo se les concederá la valía bajo dos circunstancias. Las que ya estén en funcionamiento y tengan emisiones menores a 100 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilovatio hora (KWh), y a las nuevas que sean construidas y emitan menos de 270 gramos de CO2 por kWh, además, será siempre y cuando su producción no pueda ser sustituida por fuentes renovables.

De acuerdo con la Comisión Europea, tanto la energía nuclear y la generada a partir de gas pueden cumplir con labores transitorias de cara al objetivo de lograr neutralidad climática en Europa, como se estableció en el Acuerdo de París en 2015.

La propuesta ha sido bastante polémica, por lo que implica darle ese reconocimiento a estas fuentes de energía. La nuclear si bien no emite gases de efecto invernadero sí genera grandes cantidades de residuos difíciles de manejar y que en el pasado ya han causado estragos severos en el medio ambiente, como el accidente de Chernóbil. En cambio, el gas sí emite CO2, aunque en menor cantidad que la quema de carbón u otros combustibles fósiles.

México solamente tiene la Central Nuclear Laguna Verde, ubicada en Veracruz, como única forma de generar electricidad a partir de energía nuclear. La central es propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y cuenta con la unidad 1 y la unidad 2, las cuales comenzaron sus actividades en 1990 y 1995 respectivamente. En conjunto, tienen capacidad de 1640 megawatts (MW), 820 MW cada una. A su vez, la planta es regulada por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias.

En 2019, CFE anunció que tiene intenciones de instalar cuatro reactores más. Dos se añadirían a la Central de Laguna Verde y los otros en el Pacífico, sin detallar lugar por cuestiones de seguridad. El costo de cada reactor sería de siete mil millones de dólares, cada uno tendría una capacidad de 1,400 MW y una vida útil de 60 años aproximadamente.

Aunque no se han reportado incidentes con la central veracruzana, eso no quiere decir que en el país no haya habido desastres nucleares. En 1984, miles de toneladas de varillas para construcción fueron comercializadas en 17 estados, estas estaban contaminadas con cobalto-60, un isótopo radioactivo. Se desconoce exactamente el número de personas que fueron afectadas.