La revolución del manganeso para la electromovilidad

Manuel Pineda Curiel

Escrito por Manuel Pineda Curiel |

Este elemento químico puede ser la clave para impulsar exponencialmente el uso de vehículos de […]

manganeso

Este elemento químico puede ser la clave para impulsar exponencialmente el uso de vehículos de nueva energía; sin embargo, aún debe saltar algunos obstáculos importantes.

La electromovilidad está en constante evolución y, con ella, la búsqueda de baterías más eficientes y sostenibles. En este contexto, las fabricadas con manganeso emergen como una alternativa que podría revolucionar la industria automotriz eléctrica.

Estos acumuladores utilizan manganeso como material de cátodo, un elemento abundante y menos costoso que otros metales, como el litio, utilizados en baterías tradicionales. Esto hace que se destaquen por su estabilidad y seguridad, ya que tienen una menor tendencia a sobrecalentarse y sufrir menos degradación térmica. 

Además, empresas como Eramet ha firmado un acuerdo para suministrar mineral de manganeso a Vibrantz, una empresa especializada en productos químicos para baterías de iones de litio. Y Stellantis ha garantizado el suministro de manganeso a través de un acuerdo con la empresa minera australiana Element 25 Limited.

Los retos

Pero existen varios desafíos que deben ser superados para que estas baterías se conviertan en una solución dominante para los vehículos eléctricos, como la menor densidad energética de las baterías de manganeso en comparación con las baterías de iones de litio. 

También, presentan algunos problemas técnicos, como el alto potencial de deposición de manganeso, lixiviación hacia el electrodo negativo, pérdida de capacidad y baja eficiencia energética. En algunas baterías se ha observado la formación de una película de manganeso inestable, descrita como “similar a una coliflor”.

Por otro lado, la sostenibilidad de la producción de manganeso es una preocupación creciente, por lo que se están investigando nuevas metodologías de síntesis más ecológicas y eficientes para garantizarla.

A esto hay que añadir que la demanda creciente de manganeso podría llevar a una vulnerabilidad en la cadena de suministro, especialmente si la producción no puede mantenerse al ritmo de la demanda. Esto podría resultar en fluctuaciones de precios y disponibilidad.

Y, por último, la aceptación de los consumidores dependerá de la demostración de su fiabilidad y de las ventajas sobre las tecnologías existentes. Pese a todo, armadoras automotrices como Tesla y Volkswagen están explorando activamente su uso.