La suma de esfuerzos frenó a los impactos del Covid-19

Luego de casi 24 meses de iniciada la pandemia generada por el Covid-19 los estragos causados en la dinámica social a nivel mundial son palpables. Las brechas entre los países pobres y las naciones más desarrolladas se hicieron más evidentes. El acceso a las vacunas de acuerdo al tamaño de la economía de cada nación, fue y sigue siendo, un ejemplo de dicha disparidad.

De manera interna, algunos países acusaron la falta de servicios como el acceso a internet, a la educación, al agua y a la alimentación. Al cortarse las cadenas de suministros en todo el mundo, la falta de estos servicios, aumentaron la precariedad de vida de muchas familias. Principalmente en los países de economías menos desarrolladas.

De acuerdo con datos del Banco Mundial, la pandemia sumó más de 160 millones de personas al cinturón de pobreza. Se estima que las personas que viven en condiciones graves de pobreza al término de 2021 serán alrededor de 700 millones en todo el mundo.

Más de 120 millones de personas se quedaron sin empleo, aunque en algunas zonas, poco a poco comienza a registrarse una recuperación importante en este rubro. No obstante, muchas personas estarán desempleadas por un período más largo de tiempo, escenario que se agudizará con siguiente generación de personas en edad de laborar.

Para la realización del informe de Fundaciones y Empresas Filantrópicas 2021 recopilamos información sobre las tareas y trabajos realizados por las empresas y fundaciones en México durante la parte más alta de la pandemia. De hecho, muchas de ellas, han dado seguimiento a las tareas iniciadas pues aún no terminamos de superar la crisis sanitaria, la cual alcanza ya, dos años.

De acuerdo con la información proporcionada por las empresas participantes en México, las donaciones para atender distintas necesidades originadas por la pandemia, en conjunto invirtieron 2,535 millones de pesos entre 2020 y 2021.

Se entregaron más de mil millones de pesos sólo para la donación de equipo médico para la atención de personas enfermas de Covid-19, principalmente respiradores.

Para la habilitación de hospitales móviles destinados para atender a los enfermos de Covid, se invirtieron poco más de 625 millones de pesos y se entregaron ayudas para alimentación y despensas 474 millones de pesos.

Los apoyos también se dirigieron a contribuir con la investigación y estudio del Covid, rubro al que se destinaron más de 17 millones de pesos, así como el aseguramiento y abasto de medicamentos para tratar a los enfermos afectados por esta enfermedad.

Enfrentar un escenario como el generado por la pandemia, requería del trabajo en conjunto de todos los actores de la sociedad. No hay manera de que sólo los gobiernos, las empresas o la sociedad civil hicieran cada uno de manera aislada frente a una crisis como la generada por el Covid-19, la cual para muchos es inédita.

Los estragos sociales y económicos causados por la pandemia, recién comenzamos a mirarlos y a dimensionarlos. Educación, empleo, servicios de salud, alimentación y acceso al agua serán los principales focos de atención para reconstruir el tejido social.

En ese sentido, muchas organizaciones civiles, empresas y fundaciones, no detuvieron su labor social, lo que permitió, tal vez, que el impacto de la pandemia fuera menos severo en buena parte de nuestro país. Por supuesto, el trabajo y coordinación con las autoridades también fue clave para disminuir impactos.

Ahora, vendrá el momento de la reconstrucción y para ello, será vital mantener las coordinaciones con los diferentes actores de la sociedad y trabajar para evitar que la crisis sanitaria no se convierta en una económica y social.