¿Llegó la hora para la industria del petróleo?

En el marco de la celebración de la COP28 la Agencia Internacional de Energía (AIE) publicó el informe “La industria del petróleo y el gas en la transición netas cero” el informe se centra en la necesidad y los desafíos para transitar hacia fuentes de energía más limpias.

Los productores de petróleo y gas se enfrentan a decisiones fundamentales sobre el papel que jugarán en el futuro dentro del sistema energético mundial en medio de una crisis climática que cada día parece empeorar a causa del aumento y excesivo consumo de estos energéticos. Pese a este escenario, el informe de la AIE señala que esta industria tiene algunas oportunidades con las que puede contribuir a detener el calentamiento global.

El estudio apuesta a que incluso bajo las políticas actuales de consumo, la demanda global de petróleo y gas alcanzará su punto máximo para el año 2030, lo que implicaría ejercer una acción más decidida por parte de las empresas de la industria para contrarrestar el cambio climático que significaría una caída en la demanda de combustibles fósiles en un 75 por ciento para el año 2050. 

El informe revela que en la transición hacia cero emisiones netas, el petróleo y el gas se convertirán con el tiempo en negocios menos rentables y más riesgosos debido a que la valoración actual de las empresas privadas de petróleo y gas podría caer 25 por ciento, en caso de alcanzar todos los objetivos nacionales en materia de energía y clima, mientras que, la caída sería del 60 por ciento, si el mundo se encamina para limitar el calentamiento global a los 1.5 ºC.

Inversión en la industria del petróleo

De acuerdo con la AIE actualmente se invierten cada año 800 mil millones de dólares en la industria del petróleo y gas, esta cantidad es mayor a la requerida en el 2030 para limitar el avance del calentamiento global. Un escenario como ese, supondría una caída pronunciada en la demanda de petróleo y gas limitando así, nuevos proyectos que requieren de estos energéticos, esto llevaría  a su vez, al cierre de una parte de la producción mundial de petróleo y gas.

A pesar de estos desafíos, hay oportunidades. El informe revela que el sector del petróleo y el gas puede asimilar sin problema algunas tecnologías cruciales para las transiciones a energías limpias. De hecho, alrededor del 30 por ciento de la energía que será consumida para 2050 en un sistema energético descarbonizado, vendrá de tecnologías como el hidrógeno, la captura de carbono, la energía eólica marina y los biocombustibles líquidos.

Sin embargo, esto requeriría un cambio radical en la forma en que la sector asigna sus recursos financieros. La industria del petróleo y el gas invirtió alrededor de 20 mil millones de dólares en energía limpia en 2022, aproximadamente el 2.5 por ciento de su gasto de capital. El informe concluye que los productores que deseen alinearse a los objetivos del Acuerdo de París necesitarían destinar el 50 por ciento de sus gastos de capital en proyectos de energía limpia para 2030, además de la inversión necesaria para reducir sus propias emisiones.

“El sector de los combustibles fósiles debe tomar decisiones difíciles ahora, y sus elecciones tendrán consecuencias en las próximas décadas. El progreso de la energía limpia continuará con o sin productores de petróleo y gas. Sin embargo, el camino hacia las cero emisiones netas será más costoso y más difícil de recorrer si el sector no está a bordo”, afirmó el Director ejecutivo de la AIE Fatih Birol.