Los bonos verdes fertilizan la economía global

verdes

Escrito por verdes |

¿Apagar la luz o invertir en bonos verdes? Es la disyuntiva para seguir invirtiendo en empresas o virar a la economía sustentable.

A medida que el mundo entra en un estado en el que los efectos de Covid-19 se convierten en la “nueva normalidad”, escuchamos cada vez más que la recuperación debe ser ecológica y resistente, por lo que se espera una gama cada vez mayor de oferta de bonos verdes y sociales de una variedad de emisores para financiar importantes medidas de recuperación ambiental y social.

En 2019 la oferta de bonos verdes aumentó significativamente con respecto al año anterior a nivel global. 479 bonos verdes fueron emitidos por empresas, gobiernos y organizaciones financieras el año pasado, en comparación con 382 en 2018.

En 2020, si bien hemos visto una ligera caída en la oferta de bonos verdes en comparación con el año pasado, ha habido un fuerte aumento en la oferta de bonos sociales, en parte porque muchos emisores han optado por emitir este tipo de bonos para ayudar a los grupos afectados por COVID-19.

En general, cada día son más los inversionistas que están apostando por la idea de apoyar proyectos sustentables que ayuden a mitigar la producción gases de efecto invernadero o a reducir la huella de carbono. De igual manera, son cada vez más los colocadores que están apostando por este mercado.

Cuánto y quién invierte hoy

HSBC estima que, para finales de este año y pese a la contingencia por COVID-19 que atravesamos, la inversión en bonos verdes a nivel global podría ser de entre 560 y 680 millones de dólares, en comparación de los 327 del año pasado y 20 veces más que los 33 millones de dólares que se invirtieron en 2014.

La idea de que un inversionista pueda diversificar sus portafolios en activos resistentes al cambio climático en un entorno de seguridad y confianza se traduce, de inmediato, en una estrategia de responsabilidad social y ecológica que está siendo de mucho interés para cientos de miles de personas a nivel mundial.

Si bien en el mundo los gobiernos son los mayores emisores de bonos verdes, 46% del total, las empresas se están financiando ya mediante estas herramientas para impulsar proyectos ecológicos y éstas representan el 32% del total.

Es aquí donde entran las instancias verificadoras: en la confianza y la seguridad. Para que una institución pública o privada pueda emitir un bono verde tiene que demostrar no solo que su proyecto es ecológico, sino qué tanto lo es. Este aspecto se logra tras evaluaciones de proyectos desde la planeación, en la aplicación o desarrollo y durante un tiempo considerable de la ejecución. Esta transparencia garantiza que los fondos serán usados correctamente, con eficiencia y que el resultado será, como se ha propuesto, verde y en beneficio del planeta.

Los inversores de impacto nunca habían tenido tantas oportunidades importantes y gratificantes que perseguir.

¿Cómo invertir en fondos verdes?

La ONU propuso en 2012, en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible 2020, que para finales de este año, la inversión en bonos verdes fuera de un billón de dólares. Hoy sabemos que esa cifra podría ser alcanzada en uno o dos años más; y para ello es necesario que más inversionistas miren hacia la inversión ecológica.

HSBC, como muchas instituciones financieras, a lo largo de la última década ha desarrollado herramientas de inversión verde que han resultado en atractivos portafolios para los inversionistas e incluso para los emisores. Esto se traduce en más facilidades y transparencia para ver a los bonos verdes desde una perspectiva práctica como nunca antes en los últimos años.

Desde la concepción de la idea hasta la puesta en mercado pasando por evaluaciones, auditorías y estándares, HSBC, como numerosas instituciones más, ha desarrollado sistemas de apoyo para alcanzar metas verdes.

Es por eso que, dependiendo del nivel de compromiso que tengamos hacia la adopción de políticas empresariales, destino de las inversiones o participación en el mercado ecológico, enfocar proyectos a emisión de bonos verdes o invertir en ellos, termina siendo mucho más efectivo que simplemente apagar la luz al salir de la habitación.

Bonos verdes en México

El mercado de bonos verdes no es nuevo en México y a pesar de que va ganando cada vez mayor importancia, aún es un tanto incipiente, por lo que es necesario aumentar la educación de los emisores para que conozcan los beneficios de estos instrumentos que traen numerosos beneficios a empresas y gobiernos. 

Este mercado alcanza actualmente en el país un monto financiado de entre 10,000 a 15,000 millones de pesos en un año normal, cifra que muestra que cada día son más los inversionistas que están apostando por este tipo de herramientas.

En los últimos cinco años ha habido alrededor de 14 emisiones (proyectos sustentables susceptibles a ser fondeados mediante bonos verdes), pero en los próximos años habrá muchos que están siendo estudiados en este momento.

Un factor importante es que los emisores de bonos verdes encuentran mejores condiciones contra los que no emiten este tipo de deuda, además de que el riesgo de ejecución de estas operaciones es mucho menor si es verde.