Menos greenwashing, más acciones reales

Griscelda Ramos

Escrito por Griscelda Ramos |

Cada vez más sectores empresariales en México y en todo el mundo exigen a sus […]

greenwashing

Cada vez más sectores empresariales en México y en todo el mundo exigen a sus proveedores o aliados comerciales que lleven a cabo sus operaciones bajo un enfoque que represente un auténtico compromiso con la preservación del medio ambiente. Esta exigencia ha supuesto un reto con estándares que resultan inalcanzables, incomprensibles o simplemente ajenos, lo que ha impulsado el crecimiento del fenómeno del greenwashing.

Este concepto se vincula a la comunicación imprecisa, no comprobable o errónea en torno a productos, servicios o empresas que presumen de tener procesos o productos con enfoque ecológico o ambientalmente responsable, con el fin de atraer la preferencia del consumidor o de las autoridades.

El alcance negativo de esta práctica afecta directamente a los compradores comprometidos con el consumo responsable, quienes no cuentan con los elementos informativos necesarios para tomar una decisión de compra. En este sentido, es fundamental contar con estándares, normativas o certificaciones que midan las buenas prácticas empresariales o de producción, para proteger el medio ambiente.

Para combatir el greenwashing es imperante plantear una estrategia integral, misma que incluya acciones como un etiquetado adecuado y completo. Sobre este tema, en México, la Secretaría de Medio Ambiente ha implementado ya un etiquetado para una compra sustentable en alimentos, energía y empresas, entre otros productos y servicios. Por otro lado, es prioritario educar al comprador para que pueda analizar, entender y exigir la información adecuada en torno a los productos y servicios 

En Natura, cada uno de nuestros productos posee una historia que nace de la naturaleza, y que le reintegra su riqueza, preservándola. Junto con las 41 comunidades agroextractivas de la cadena de valor amazónica, la compañía contribuye a conservar más de 2 millones de hectáreas de selva. 

Al convertirlos en productos, estos bioactivos generan ingresos para alrededor de 4 millones de personas en América Latina, la mayoría mujeres. Además, analizamos la agenda climática mundial con la perspectiva de la transición hacia una economía de bajo carbono. Esa estrategia involucra aspectos relativos a la gobernanza, gestión de las emisiones de toda la cadena de valor, evaluación de riesgos y oportunidades climáticas.

Buscamos promover un compromiso entre grupos y actores de la política global, en pos del alcance de los desafíos globales, reducir en 90 por ciento las emisiones netas de Gases Efecto Invernadero hasta 2030 y descarbonizar el 42 por ciento de nuestra cadena de valor, con la priorización de la adquisición de crédito en proyectos en la Amazonía, en especial de las comunidades agroextractivistas.

Las consecuencias del greenwashing dañan a las empresas, ya que se enfrentan a la pérdida de credibilidad, afectaciones a sus operaciones comerciales e, incluso, amenazas legales.  Todos perdemos: el comprador, la empresa, la comunidad y, por supuesto, el planeta. Y para éste, ya no habrá una segunda oportunidad.