¿Por qué es prioritario vigilar calidad del aire?

verdes

Escrito por verdes |

Para aquellos que viven en las grandes ciudades o en lugares propensos a los incendios […]

calidad del aire

Para aquellos que viven en las grandes ciudades o en lugares propensos a los incendios forestales, es importante estar informados de la calidad del aire que respiran, pues la contaminación o el humo puede afectar gravemente la salud.

Por eso es importante que cada país cuente con sistemas de monitoreo e información para que mantenga en alerta a sus ciudadanos si la calidad del aire no es el adecuado y tomar decisiones para garantizar la seguridad de la población.

Y es que según datos de la Comisión The Lancet sobre contaminación y salud,  la contaminación mata a 9 millones de personas cada año, casi tres cuartas partes de ellas debido al aire nocivo. 

Según el estudio, las muertes causadas por la contaminación del aire y la contaminación química tóxica aumentaron 66 por ciento en las dos últimas décadas debido a la urbanización incontrolada, el crecimiento de la población y la dependencia de los combustibles fósiles. 

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire es una de las mayores amenazas medioambientales para la salud humana, junto con el cambio climático. La mejora de la calidad del aire puede potenciar los esfuerzos de mitigación del cambio climático, mientras que la reducción de las emisiones mejorará a su vez la calidad del aire. Al esforzarse por alcanzar estos niveles de referencia, los países estarán protegiendo la salud y mitigando el cambio climático mundial.

En los últimos 20 años, el aumento en la contaminación del aire ha provocado que la OMS haya ajustado los niveles máximos permitidos respecto de seis contaminantes para los que se dispone de los datos más recientes en cuanto a sus efectos sobre la salud. Cuando se actúa sobre estos contaminantes clásicos —partículas en suspensión (PM), ozono (O₃), dióxido de nitrógeno (NO₂), dióxido de azufre (SO₂) y monóxido de carbono (CO)—, también se incide en otros contaminantes perjudiciales. 

Para su vigilancia, los gobiernos cuentan con redes de monitoreo de la calidad del aire que divide el riesgo en diferentes niveles. El índice va de 0 a 500; cuanto más alto sea el número, mayor será el nivel de contaminación del aire. Si se registra un número inferior a 100, la contaminación del aire está por debajo del nivel que se sabe que causa efectos adversos para la salud. 

Cuando el índice alcanza 101 o más, el aire exterior sigue siendo seguro para muchos, pero los adultos mayores y los niños corren un mayor riesgo. Las personas con enfermedades cardíacas y pulmonares también pueden correr un mayor riesgo. Un número superior a 200 se considera “muy nocivo”. 

El índice también se divide en seis categorías codificadas por colores: el verde y el amarillo representan las mejores condiciones, y el naranja, el rojo, el morado y el granate indican niveles que empeoran progresivamente. 

A partir de esta tabla, cada gobierno determina las medidas para mitigar los daños y toma acciones para disminuir los contaminantes; sin embargo el ciudadano también puede vigilar la calidad del aire en su zona y tomar ciertas medidas como no salir a la calle si no es necesario, permanecer con las ventanas cerradas; si se cuenta con aire acondicionado usarlo de forma continua; y en algunos casos utilizar alguna mascarilla que filtre las partículas nocivas.

Con millones de personas en riesgo por la contaminación atmosférica, contar con buenos métodos de monitoreo son indispensables para tratar de mitigar los efectos de un aire que puede ser mortal para las personas que viven en zonas de alto riesgo.