¿Qué empresas sobrevivirán en 20 años?

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De acuerdo con Rodrigo Manrique Gómez Pimienta, Director Ejecutivo de IASE México quien va a […]

De acuerdo con Rodrigo Manrique Gómez Pimienta, Director Ejecutivo de IASE México quien va a sobrevivir en el futuro será aquel que esté mejor preparado.

Por: Rodrigo Manrique Gómez Pimienta, Director Ejecutivo de IASE México

Cuando la pandemia inició, escuchaba en el radio a un epidemiólogo decir que lo mejor que podíamos hacer ante el desconocimiento del coronavirus —en aquel momento la oscuridad en torno al virus era casi total— era estar preparados. Esto significaba dejar los vicios, ejercitarnos y alimentados bien. En pocas palabras, tener un organismo sano. Después vimos que efectivamente los cuerpos mejor preparados, aquellos sin o con menos comorbilidades, fueron los que menos sufrieron los estragos de la enfermedad.

Me gusta trasladar este fenómeno al de las empresas en el contexto de la crisis climática, en los términos del presente y futuro de las organizaciones de cara a un porvenir lleno de retos y que pende de un hilo en cuanto a las posibilidades de recuperación. Porque en verdad, quien va a sobrevivir en el futuro será aquel que esté mejor preparado.

Como profesional o como empresa, quien conozca, implemente e innove en criterios ESG será quien sobreviva. ¿No ocurrió así en la misma crisis de covid-19, en pleno aislamiento con las empresas? Unas estaban preparadas, blindadas en la organización y controles; tenían sus objetivos y códigos bien establecidos por el gobierno corporativo. Otras muchas no tuvieron esto, no supieron cómo operar bajo la presión, afrontar las problemáticas y cerraron. ¿Cuántos conocemos que así les ocurrió?

En cuanto a ESG las empresas se preparan cada día, se educan y educan a su personal, accionistas e incluso al consumidor. Por ejemplo, muchas corporaciones de gran envergadura en México y el mundo ya tienen publicados sus objetivos ESG para 2030 y 2050, las décadas donde sabremos si nuestras acciones permitieron el aumento desmedido de la temperatura o pudieron mitigarlo. 

¿Cómo se hace esto desde las empresas? A través de la inversión enfocada en proyectos sostenibles que incluyan dichos criterios, que lo comuniquen con transparencia en sus reportes y muestren con métricas sus resultados. Ante todo trabajar bajo criterios ESG es parte del crecimiento económico, se mide y funciona bajo una causalidad definida. No es un propósito humanista bienintencionado, en el futuro será extraño separar desarrollo sostenible del desarrollo económico, el uno supondrá el otro. 

Veo una especie de «era de la extinción» donde las empresas que no hayan asumido su responsabilidad serán relegadas por el mercado, inversionistas y consumidores. Nunca antes el financiamiento había estado condicionado por el beneficio ético hacia los demás y al entorno como por las ganancias.

Por el lado de la demanda, los consumidores también evolucionan. El 85 por ciento de los millennials quieren invertir en empresas sostenibles y 75 por ciento de la generación Z se fija en las implicaciones en ESG de las marcas que compran… 60 por ciento no usa más plásticos. En pocos años el espectro más robusto de los consumidores exigirán productos y servicios sostenibles o simplemente no comprarán. 

Así que las preguntas obligadas son: ¿qué tan preparados estamos como profesionales y como empresas para enfrentar esta realidad? ¿Qué podemos hacer al respecto? Apostamos por la educación, desde la enseñanza más básica en los años de escuela hasta la formación de profesionales que deben aprender y reinventar las reglas. Este siglo ha traído desafíos nunca antes vistos. Nunca había estado tan comprometido el futuro de la civilización, porque nunca antes había sido el planeta entero el que estuviera amenazado. De nosotros depende salvar la situación.