Rusia busca alianzas agrícolas con Argentina

La invasión rusa a Ucrania cambió el panorama agrícola en la región y en todo el mundo. Ambos países son dos de los principales productores de granos a nivel mundial, representan el 29 por ciento de las exportaciones globales de trigo y 19 por ciento de las exportaciones de maíz, y el conflicto armado ha provocado escasez de alimentos y una subida generalizada de la inflación en todo el mundo.

Aunado a esto, Rusia y Ucrania también son dos de los principales productores de fertilizantes, elemento indispensable para una buena cosecha, por lo que la mayoría de los países están sufriendo para conseguir este insumo.

Y para agravar la situación, la guerra también ha provocado una escasez de gas y petroleo, y por consiguiente de diesel, muy importante para los productores, pues la mayoría de la maquinaria trabaja con ese energético.

Estados Unidos ha declarado en varias ocasiones que Rusia está utilizando los alimentos como un arma de guerra, y ha pedido a sus aliados unirse para soportar esa situación.

Así que esta guerra ha provocado una crisis en la industria agraria en todo el mundo, excepto para algunos países que también son líderes en la producción de granos, como es el caso de Argentina.

El país sudamericano es el tercer productor más grande de soja en el mundo, con 37.7 millones de toneladas producidas (está por detrás de Estados Unidos y Brasil); el cuarto mayor productor de maíz en el mundo, con 43.5 millones de toneladas producidas (por detrás de Estados Unidos, China y Brasil) y el duodécimo productor de trigo en el mundo, con 18.5 millones de toneladas producidas. 

Su liderazgo es tal que recientemente, productores de la provincia rusa de Rostov del Don se han acercado a productores argentinos en la búsqueda de aspira a impulsar proyectos de coproducción de semillas y equipos agrícolas.

Los agricultores rusos han señalado que la producción de grano ha llegado a su nivel máximo, y dado que ningún país europeo puede venderles ese insumo están recurriendo a otros países, como argentina, para satisfacer esa demanda.

El embargo comercial también les ha impedido conseguir maquinaria agrícola en el mercado europeo, por lo que también buscan que Argentina pueda abastecerlos de ese equipo, ya que el país sudamericano también está a la vanguardia en este tema.

La paradoja es que, aunque Argentina es uno de los mayores productores de granos del mundo, la crisis armada también los ha afectado considerablemente, pues aunque pudieran aumentar sus exportaciones, los altos costos de los combustibles, la falta de fertilizantes y el cambio climático los ha orillado a replantear sus alcances y ser muy cautelosos para no descuidar el mercado interno, y así lo ha dejado ver la política gubernamental, quien ha puesto tope a la cantidad de granos que pueden exportar los productores. Sin embargo, el país está en una situación privilegiada en comparación con otras regiones del mundo.