Smart Glass: el aliado perfecto para disminuir emisiones CO2

verdes

Escrito por verdes |

Para reducir las emisiones de CO2 hay que sustituir los vidrios por cristales inteligentes por […]

Para reducir las emisiones de CO2 hay que sustituir los vidrios por cristales inteligentes por sus ventajas de iluminación y el control de temperatura.

Disminuir el consumo de energía es vital para reducir las emisiones de CO2, que con su funcionamiento provocan el calentamiento global. Sustituir cristales o vidrios por otros inteligentes tendría ventajas importantes con respecto a la iluminación y el control de la temperatura.

Las llamadas ventanas inteligentes, también conocidas como vidrio inteligente, ventanas conmutables, smart glass o ventanas dinámicas, fueron pensadas luego de una idea científica llamada electrocromismo, lo que se traduce en que los materiales cambien de color cuando se aplica una tensión eléctrica a través de ellos.

Según un estudio de la Universidad de Kassel, en Alemania, los edificios son responsables del 40 por ciento del consumo de energía. Y del 36 por ciento del total de las emisiones de carbono. Ante lo poco funcional que ya resultan, la institución pública trabaja en el desarrollo de un proyecto de vidrio inteligente.

Esta tecnología está basada en millones de microespejos, invisibles a simple vista, pero que reflejan la luz del Sol dependiendo de las necesidades de los usuarios, la posición del mismo Sol, el día o las estaciones del año, proporcionando así una dirección de luz personalizada en el interior de una estructura.

Resulta sorprendente que el conjunto de microespejos sean inmunes al viento, a la limpieza o a cualquiera que fuera la condición meteorológica, pues entre los espacios de los cristales hay gas como argón o criptón. El acristalamiento otorga temperatura cálida en invierno y evita el sobrecalentamiento en verano. El aprovechamiento de la luz natural, un ahorro de energía de hasta 35 por ciento, la diminución del CO2 de hasta 30 por ciento, y además una reducción del 10 por ciento de hormigón y acero en los edificios muy altos, son algunas de las grandes ventajas del vidrio sostenible.

En su estado oscuro, estos vidrios reflejan alrededor del 98 por ciento de la luz que incide sobre ellos, gracias a lo cual pueden reducir drásticamente el uso del aire acondicionado.

Al ser eléctricas, pueden con mucha facilidad ser controladas por un sistema o un sensor de luz del sol, por lo que pueden funcionar independientemente de que haya o no una persona en el interior de la habitación protegida.

Pero en el ámbito de la salud humana también tienen su contribución. Diversos estudios han vinculado a la luz artificial con la falta de concentración, la susceptibilidad a enfermedades cardiovasculares, la resistencia a la insulina o el insomnio. Ante ello, los cristales inteligentes reducen la dependencia a lo artificial optimizando iluminación orgánica en una habitación.

De acuerdo a científicos del Departamento de Energía de National Renewable Energy Laboratory (NREL), los vidrios sostenibles podrían ahorrar hasta 8 por ciento del consumo total de energía de una torre, ya que únicamente utiliza diminutas cantidades de electricidad para cambiar de claro a oscuro. Según calculan los estudiosos, 100 ventanas utilizan la misma energía que una lámpara incandescente.

El uso de cristales con esta tecnología ya se está extendiendo en las industrias aeronáuticas, automotriz, además de la arquitectura. Y es que en un auto o tren el aprovechamiento de la luz natural permite regular el grado de transparencia y translucidez, ofreciendo control del oscurecimiento, aumenta la comodidad, reduce el calor y los reflejos.

El vidrio es un material increíble y poco a poco demuestra más sus grandes beneficios y cuidados al medio ambiente.