Sostenibilidad alimentaria: México apuesta por la conservación

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Por: Alina Hernández, directora Senior de Asuntos Corporativos para Kellanova LATAM El cultivo de alimentos […]

Por: Alina Hernández, directora Senior de Asuntos Corporativos para Kellanova LATAM
El cultivo de alimentos es mucho más que una necesidad básica; es el motor que impulsa la economía global y sustenta el bienestar de nuestras comunidades. Por ello, el futuro de la alimentación en México y el mundo depende de nuestra capacidad para alcanzar una sostenibilidad alimentaria.
Hoy, la forma en que producimos alimentos debe evolucionar. No se trata sólo de producir más alimentos, sino de hacerlo de una manera que proteja nuestros recursos naturales, garantice la seguridad alimentaria para las generaciones venideras, y brinde herramientas a millones de agricultores que actualmente enfrentan los desafíos del cambio climático.
La Agricultura de Conservación se presenta como una respuesta clave a estos desafíos. Significa trabajar con la naturaleza para crear sistemas agrícolas más resilientes y productivos. Por ello, desde Kellanova, estamos orgullosos de apoyar iniciativas que promueven su adopción en todo México, como nuestra alianza con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
¿Qué hace que la agricultura de conservación sea tan crucial? Se basa en un conjunto de principios clave que revolucionan la agricultura tradicional:
- Menos labranza, más vida: Disminuir la labranza evita la compactación y favorece la actividad microbiana, base de un suelo sano y productivo.
- Cobertura permanente: Usar rastrojos o cultivos de cobertura protege el suelo, regula su temperatura y controla malezas de forma natural.
- Diversificación de cultivos: Rotar especies mejora la biodiversidad, reduce agroquímicos y fortalece la resiliencia frente al clima.
- Nutrición del suelo: La materia orgánica aporta nutrientes y mejora la retención de agua, aumentando la fertilidad.
- Uso eficiente del agua: Mejorar la infiltración y retención hídrica asegura recursos para los cultivos, clave en zonas secas.
- Menor impacto ambiental: Reducir maquinaria y químicos ahorra energía y disminuye emisiones de GEI. (FAO, 2022)
La agricultura de conservación no es solo una práctica agrícola; es una inversión en el futuro de México. Iniciativas como la colaboración entre Kellanova y el CIMMYT promueven estos sistemas de cultivos que empoderan a los agricultores al proporcionarles el conocimiento, las herramientas y el apoyo necesarios para adoptar estas prácticas innovadoras y cosechar sus beneficios al tiempo que fortalecen la seguridad alimentaria y el cuidado del planeta.
Este esfuerzo contribuye a un sistema agrícola más resiliente y sostenible, y refuerza nuestro compromiso con un futuro en el que la producción de alimentos y la protección del planeta vayan de la mano. En 2024, impactamos la producción de más de 94,800 toneladas de maíz amarillo en 7,900 hectáreas en México, promoviendo la regeneración de suelos y la reducción de emisiones de carbono. A lo largo de los cuatro años del proyecto, ya suman más de 244,700 toneladas producidas bajo este modelo. Esta iniciativa refuerza nuestro compromiso con un sistema alimentario más resiliente, donde cultivar alimentos y cuidar el planeta avanzan juntos.
Es fundamental que promovamos estas prácticas, asegurando que nuestros campos no solo sigan siendo productivos, sino que también ayuden a preservar el planeta para las futuras generaciones. Para lograrlo, es necesario sumar a diversos actores del sector alimentario, desde empresas y productores, hasta ONGs y actores públicos, en la promoción activa de estas iniciativas.
Juntos, podemos construir un sistema alimentario más sostenible, resiliente y equitativo para México. El futuro de nuestra alimentación depende de ello.