Terminar con el boom tech

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El desarrollo exponencial de la tecnología ha provocado un problema creciente en cada parte del […]

El desarrollo exponencial de la tecnología ha provocado un problema creciente en cada parte del mundo denominado como basura electrónica.

Por: Marta Vegas, líder de Sostenibilidad para Telefónica Hispam

Durante los últimos años el desarrollo de la tecnología se ha encargado de transformar la vida de las personas, facilitándoles cualquier cantidad de tareas, desde aquellas relacionadas con su vida personal hasta las que tienen que ver con su entorno profesional.

Sin embargo, este desarrollo exponencial también ha llevado a que, prácticamente, cada parte del mundo se enfrente a un problema creciente que antes no existía: la basura electrónica.

Se trata de todos los residuos que genera el proceso de producción, comercialización y uso de todos los dispositivos tecnológicos que llegan hasta nuestras manos y que utilizamos para cualquier cantidad de funciones, como smartphones, smartwatches y muchas cosas más.

Este no es, de ninguna manera, un tema menor. De acuerdo con datos obtenidos del estudio “Economía circular en materia de telecomunicaciones”, desarrollado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), tan sólo en 2019 se generaron en el mundo 53.6 millones de toneladas de desperdicios de este tipo.

De este volumen, se calcula que 1.1 millones de ellos tuvieron su origen en nuestro país, promediando alrededor de 9.7 kilogramos de residuos generados por mexicano en ese periodo.

Pero el problema apunta a escalar aún más de cara al futuro, toda vez que se estima que para 2026 este volumen crecerá hasta 17 por ciento. A ello se le añade que 6 por ciento de toda la basura electrónica generada cuenta, según el Inventario Nacional de Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos del Proyecto Residuos COP, con materiales que son altamente contaminantes.

Enfrentar este problema requiere trabajar en diferentes frentes, siendo el de la economía circular uno de los más relevantes. Se trata de una serie de soluciones sistemáticas enfocadas en transformar la manera en que se diseñan, producen y consumen todos los dispositivos relacionados con la tecnología.

Es en definitiva una forma diferente de entender la economía, enfocada en mejorar la eficiencia del uso de recursos, disminuir la dependencia de materias primas y mitigar el cambio climático a la vez que aporta valor económico y crecimiento.

Esto se logra a través de lineamientos importantes. Por un lado, está la tarea de repensar la manera en que se diseñan los dispositivos, con el objetivo de poder usar aquellas partes internas funcionales que aún puedan seguirse utilizando integrando el ecodiseño desde el inicio de la planeación de nuevo producto o servicio.

Después, se llama a dar una segunda vida útil a todos los que sigan contando un funcionamiento adecuado. Finalmente, se advierte sobre la posibilidad de reutilizar los dispositivos para otras funcionalidades y a reciclar completamente aquellos a los que ya no se les pueda sacar ningún provecho.

Es importante señalar que todas estas acciones impactarán no solamente en el cuidado del medio ambiente, sino también en el entorno económico. Y es que se estima que la transición a la economía circular podría generar en América Latina hasta 4.8 millones de nuevos empleos.

La economía circular no sólo revoluciona los paradigmas convencionales, sino que también proporciona retos y oportunidades para la digitalización, ya que es necesaria una sociedad hiperconectada para lograrla.

En Telefónica Movistar integramos esta filosofía de economía circular a lo largo de todo el ciclo de vida de nuestra empresa. Ponemos foco en optimizar el consumo de recursos y promover que los bienes usados vuelvan al ciclo productivo, y para ello nos centramos sobre todo en nuestras compras, la gestión eficiente de la red y la provisión de servicios al cliente con este fin.

Nos comprometemos a promover la economía circular en el uso de equipos electrónicos a través del ecodiseño, la reutilización y el reciclaje y nos marcamos como objetivo principal de avanzar hacia una compañía Residuo Cero.

Resultado de la aplicación de este concepto, en 2021 reciclamos el 98.7 por ciento de nuestros residuos eléctricos y electrónicos y de mantenimiento; redujimos nuestro consumo de papel en 82 por ciento mediante la digitalización de procesos de contratación, y a través de la campaña “Un celular, un árbol”, que permitió reforestar el año pasado 7.5 hectáreas del área protegida del Nevado de Toluca y recolectar más de 10,000 dispositivos electrónicos para su reciclaje.

Este tipo de iniciativas contribuyen con el medio ambiente, y también a la sociedad. Se trata de un proyecto que, además de contribuir contra el cambio climático, impulsó la creación de más de 30 empleos directos y 120 más indirectos, tanto para el reciclaje como la plantación y cuidado de los pinos por dos años más en la comunidad de El Calvario, en el municipio de Zinacantepec.

Sabemos que el trabajo frente a nosotros aún es grande, sin embargo, aspiramos a ser agentes impulsores de la transformación, porque sabemos que la tecnología debe de ser, a final de cuentas, un eje capaz de mejorar nuestras vidas.