Tesla sí, pero cuidado con la Huasteca

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Por: Fernanda Ramírez, Directora General de Comunicación Spread  Pocas maravillas naturales me han impactado tanto […]

La huasteca

Por: Fernanda Ramírez, Directora General de Comunicación Spread 

Pocas maravillas naturales me han impactado tanto como el parque ecológico La Huasteca, ubicado en el extremo suroeste de la zona metropolitana de Monterrey, en el municipio de Santa Catarina, en Nuevo León. El magnate dueño de Tesla, Elon Musk, también quedó fascinado por este espectacular escenario montañoso en el marco de las negociaciones para la instalación de su mega fábrica que se localizará al pie de esta serranía y tendrá 1,600 hectáreas. 

La fabricación de autos Tesla, al igual que cualquier proceso industrial, tiene ciertas afectaciones ambientales. Sin embargo, Tesla se ha enfocado en minimizar el impacto de su producción a través de diversas iniciativas de sostenibilidad, lo que es de suma importancia para salvaguardar este territorio, que es reserva de la biosfera por la UNESCO desde octubre de 2006.

Pese a las medidas tomadas por Musk y aunque los productos finales, es decir, los autos eléctricos tienen emisiones de gases de efecto invernadero reducidas ya que no tienen tubos de escape y como resultado, no emiten CO2 ni otros gases que contribuyen al cambio climático, es lógico que a su paso tendrá afectaciones en los siguientes rubros: 

Consumo de energía: la fabricación de autos Tesla requiere una gran cantidad de energía eléctrica y térmica, proveniente de fuentes no renovables, así como de combustibles fósiles.

Consumo de agua: para la fabricación de cada auto la marca gasta hasta 2,800 litros de agua, lo que representa 7.36 días de consumo de una persona o muchos más en la zona metropolitana de Nuevo León, en donde escasea el agua; el impacto toma una mayor dimensión cuando se considera que se producirá un millón de vehículos cada año. 

Uso de materiales: La fabricación de autos eléctricos requiere el uso de metales, plásticos y otros componentes. La extracción de estos materiales y su procesamiento puede tener impactos negativos en el medioambiente, incluyendo la emisión de contaminantes, la contaminación del agua y del aire, y la generación de residuos.

Transporte: la fabricación de los Tesla implica el transporte de componentes y materiales a través de una cadena de suministro global. El transporte de estos genera contaminación marina y terrestre.

Gestión de residuos: La fabricación incluye materiales de desecho y productos químicos; estos residuos pueden ser peligrosos para el medioambiente si no se gestionan adecuadamente.

Los autos eléctricos ofrecen varios beneficios ambientales significativos en comparación con los automóviles tradicionales de gasolina o diésel. E indudablemente, la instalación de la fábrica tendrá múltiples beneficios económicos, con una inversión de 4,500 millones de dólares y la creación de entre 5,000 y 6,000 empleos directos y muchos más en la cadena de suministros.

Pese a ello, los gobiernos de Nuevo León y el federal, más allá de las fanfarrias, tendrán que considerar y ser muy serios con la exigencia para que Tesla genere el menor impacto posible en la Huasteca y sus alrededores.