Una Amazonía más viva que nunca

Griscelda Ramos

Escrito por Griscelda Ramos |

La Amazonía, corazón de la tierra, es una superficie de más de 7 millones de […]

Amazonía

La Amazonía, corazón de la tierra, es una superficie de más de 7 millones de kilómetros cuadrados y el mayor bosque tropical, tiene un tercio de las selvas y está regada por el sistema fluvial más extenso del mundo, que alberga millones de especies de plantas, animales e insectos.  Es un sorprendente almacén de carbono, ya que sus árboles absorben CO2 y lo convierten en oxígeno.

La poderosa Amazonía tiene un papel crucial en la regulación del clima global, ya que contribuye a la circulación de los vientos, el ciclo del agua y la formación de lluvias. Su riqueza se vincula a la amplia gama de recursos naturales que posee, desde alimentos hasta medicinas, por lo que muchas comunidades indígenas dependen de la selva para subsistir. Además, su conocimiento sobre las plantas y los ecosistemas es invaluable.

Frente a las amenazas que acechan esta región, gobiernos y empresas deben desempeñar un papel decisivo en su preservación, como: adoptar prácticas sostenibles (agrícolas y forestales), reducir emisiones de carbono y gestionar la ética de los recursos. Asimismo, es imperante la colaboración con organizaciones conservacionistas y comunidades locales para apoyar proyectos de preservación como la creación de reservas naturales, restauración de ecosistemas degradados y protección de áreas de biodiversidad.

Nosotros hemos puesto manos a la obra. Con más de una década de existencia, para maximizar el impacto positivo en la región creamos el Programa Natura Amazonía, que alberga más del 90 por ciento de las comunidades agroextractivistas con las que nos vinculamos. Esta estrategia Panamazónica se basa en tres pilares: 

  • Ciencia, tecnología e innovación: investigación y desarrollo para aumentar el uso de insumos vegetales y activos amazónicos en nuestro portafolio;
  • Cadenas productivas de la sociobiodiversidad: relacionamiento con comunidades proveedoras con la generación de trabajo, ingresos y desarrollo socioeconómico;
  • Fortalecimiento institucional: trabajo en red, consolidar la bioeconomía, potenciar la prosperidad socioeconómica en los territorios de nuestra red de relaciones y fortalecer la regeneración ambiental.

Contamos con 94 cadenas de suministro de la Amazonía que recogen bioactivos respetando los límites de la selva y el calendario de las cosechas, así como los modos de vida locales. De manera proactiva, contribuimos con la conservación de 2.2 millones de hectáreas de selva conservadas por medio de nuestro modelo de negocios.

No olvidemos otro de los temas clave: la deforestación. Hace algunos meses se informó de los incendios devastadores en la Amazonía brasileña. Una sequía inédita ocasionada por el fenómeno climático de El Niño, así como el calentamiento global, han exacerbado las condiciones que generaron estos incendios. Que sea este 5 de septiembre, Día de la Amazonía, un recordatorio de lo mucho que nos necesita esta región del planeta, pero en especial, lo mucho que la necesitamos para subsistir.