Una cultura empresarial equitativa

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Por: Claris González Monreal, Experta en comunicación corporativa y reputación La importancia de la equidad […]

Por: Claris González Monreal, Experta en comunicación corporativa y reputación

La importancia de la equidad de género en las empresas va más allá de cumplir con normativas establecidas. Se trata de construir una cultura laboral que promueva la igualdad de oportunidades y el respeto a la diversidad, incorporando estos principios como parte integral de los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza). 

Es especialmente relevante reflexionar sobre este tema en el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, pues nos recuerda la lucha histórica por la igualdad de género y nos invita a tomar acciones concretas en este sentido. Como contexto, en esa misma fecha, pero de 1857, un grupo de mujeres empleadas en la industria textil de Nueva York, conocidas como “garment workers”, se unieron en una huelga histórica, en busca de salarios justos y condiciones laborales humanas; sin embargo, su valiente protesta fue brutalmente reprimida por las autoridades policiales. Luego, 51 años más tarde, en 1908, aproximadamente 15,000 mujeres se manifestaron en las calles de esta misma ciudad; esta vez, no sólo exigían salarios dignos y horarios laborales razonables, sino también el derecho al voto y el fin del trabajo infantil. 

Pero a pesar de los avances logrados en equidad de género en el ámbito laboral, aún persisten desafíos significativos que requieren atención continua y acciones concretas pues, además de ser una cuestión de justicia social, también tiene importantes implicaciones en términos de desempeño empresarial, innovación y desarrollo sostenible.

En las empresas este tema no se limita a alcanzar una cuota de representación de mujeres, implica asegurar condiciones laborales justas y oportunidades equitativas para todas las personas, como el acceso al desarrollo profesional, la igualdad salarial por trabajos de igual valor y la eliminación de sesgos y discriminación en todas las etapas del empleo.

Una organización comprometida con este fin contribuye a la justicia social, además de que mejora su reputación corporativa. Los públicos internos y externos valoran positivamente las acciones que promueven la igualdad y el respeto hacia la diversidad de género. Esta percepción favorable puede traducirse en una mayor atracción y retención de talento, al igual que en una mayor aceptación por parte de clientes y socios comerciales.

Es fundamental comprender que la equidad laboral no es un objetivo estático, sino un proceso continuo que requiere un compromiso activo por parte de la alta dirección y de toda la organización. Esto implica implementar políticas y prácticas que promuevan la diversidad y la inclusión en todos los niveles, así como evaluar y corregir posibles brechas de género en la remuneración y en las oportunidades de desarrollo, entre otras áreas.

Para fomentar la equidad de género en el lugar de trabajo es importante adoptar un enfoque integral que aborde los aspectos estructurales y culturales de la organización. Esto incluye desde la revisión de políticas y procedimientos internos hasta la promoción de una cultura organizacional que valore y celebre la diversidad de género.

Entre los desafíos que enfrentan las empresas se encuentran la persistencia de sesgos y la discriminación, la falta de representación de mujeres en puestos de liderazgo, la brecha salarial y la conciliación entre el trabajo y la vida personal. Superar estos obstáculos requiere un compromiso firme por parte de la dirección, al igual que la implementación de medidas concretas para promover la igualdad de oportunidades y el respeto hacia todas las personas, independientemente de su género.

La equidad de género en las empresas no solamente es una cuestión de cumplimiento normativo, sino una parte fundamental de una cultura laboral sostenible. Promover la igualdad de oportunidades y el respeto hacia la diversidad de género beneficia a los empleados, además de que fortalece la reputación corporativa y contribuye al éxito a largo plazo de la organización. 

En el Día Internacional de la Mujer es importante reflexionar sobre el camino recorrido en la lucha por la igualdad de género y reafirmar nuestro compromiso con la construcción de entornos laborales más justos e inclusivos para todas las personas.