Visiones discordantes en una crisis climática durante la COP26

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Culminada la COP26 celebrada en la ciudad de Glasgow, al igual que en ediciones anteriores, […]

Culminada la COP26 celebrada en la ciudad de Glasgow, al igual que en ediciones anteriores, las opiniones se dividen entre quienes consideran haber logrado avances y entre quienes estiman que los acuerdos o medidas anunciadas son insuficientes.

Lo que es cierto es que, el escenario climático global es apremiante y preocupante. Uno de los objetivos de la cumbre, es alcanzar acuerdos para que el clima no rebase los 1.5ºC de temperatura planetaria. El asunto es que de acuerdo con los científicos que elaboraron el informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), la temperatura del planeta se ha incrementado hasta ahora 1.1ºC en promedio.

Esto quiere decir que, el planeta se encuentra a cuatro decimas de alcazar la temperatura que se estimaba podría ser catastrófica para finales de este siglo que  apenas ha transitado una quinta parte de su recorrido.

La opinión entre científicos y líderes de las asociaciones no gubernamentales frente a las de políticos y empresarios es totalmente discordante. Para los primeros, las grandes corporaciones y las naciones más ricas, no manifiestan compromisos reales para revertir los efectos del cambio climático, mientras que para los segundos, toda acción, o acuerdo logrado encaminado a mitigar los efectos del calentamiento global, son avances significativos para la consecución de los objetivos comunes entre ambos grupos. Revertir y mitigar el impacto climático planetario.

Al final, el propósito de las cumbres climáticas, es alentar a todos los países a que se involucren y se comprometan en la reducción de sus emisiones en función de la particularidad de cada uno de ellos. Este es un detalle importante, pues aún es díficil pensar en hacer viculantes (obligatorios por ley) los acuerdos y compromisos alcanzados durante cada una de las 26 cumbres realizadas hasta el momento.

Es este contexto que varios de los científicos asistentes a la COP26, mantienen una preocupación de que los políticos no cumplan las promesas y compromisos anunciados durante la reunión. Y aseguran que la meta de contener el aumento de temperatura a 1.5 ° C por encima de los niveles preindustriales es poco ambiciosa.

Al respecto, el profesor David King, exasesor del gobierno británico en temas científicos, declaró: “el calentamiento global ya está en un nivel peligroso. Las temperaturas en el verano en las regiones polares fueron de 32 °C y los bosques estaban en llamas”. Agrego, que incluso si se recortaran todas las emisiones en este momento, sería difícil revertir los efectos presentes.

Para Piers Forster, autor principal del informe del IPCC presentado en agosto, señaló en una entrevista que: “el 1.5 °C se ha convertido en una especie de talismán de lo más seguro que podemos esperar para este siglo. Pero cuanto más aprendemos, más nos damos cuenta de que no existe un límite seguro (para contener las emisiones)”.

El consenso de los científicos es que los procesos de la política internacional avanza más lento que los cambios en el sistema climático. Lo que evidencia la

brecha, entre la política, la acción y la ciencia, que es uno de los factores que alarma a los expertos en el clima.

No obstate, y pese a que sólo algunos países están haciendo que sus compromisos sean legalmente vinculantes, existe la confianza de que a medida que avance el proceso de la transición energética el hacia el cero neto, dicha tendencia tome mayor impulso.

Pese al atribulado escenario de los científicos y líderes de las ONGs, se lograron algunos acuerdos significativos que para los más optimistas, podrían marcar el inicio de un cambio energético definitivo para las siguientes décadas.

  • En este orden, desaca la declaración conjunta entre los Estados Unidos y China quienes se comprometieron a impulsar la cooperación en temas climáticos a lo largo de la próxima década. Entre los acuerdos, destacan trabajar en la reducción de sus emisiones de metano, transitar hacia el uso de energías limpias y la descarbonización de sus economás.
  • Otro de los considerados grandes acuerdos, fue trabajar para combatir la deforestación del planeta. En este reglón, los líderes de más de 100 países, que representan casi el 85 por ciento de los bosques de todo el mundo, ofrecieron frenar la deforestación para 2030. Tarea que será fundamental para combatir el cambio climático.
  • Uno de los grandes anuncios fue el compromiso para reducir las emisiones de metano en 30 por ciento también para el año 2030. El metano es considerado uno de los gases de efecto invernadero más potentes y actualmente es responsable de un tercio del calentamiento, la mayoría producida por actividades ganaderas y la eliminación de desechos. El acuerdo fue firmado por más de 100 países.
  • Considerado como el principal causante del calentamiento global, el carbón tomó un papel protagónico durante la COP26; más de 40 países, entre ellos los principales consumidores y productores, acordaron reducir su uso. El carbón genera casi 37 por ciento de la electricidad mundial. Países, como Australia, India, China y E.U. que más dependen del carbón, todavía no han firmado el acuerdo que no contempla la reducción del uso de otros combustibles como petróleo y gas.
  • El financiamiento fue otro de los grandes temas abordados. Los países de menos ingresos enfrentarán escenarios más complicados para su adaptación y transición hacia una economía más sustentable. Al respecto, 450 organizaciones financieras, que administran activos por 130 billones dólares, acordaron respaldar tecnologías limpias y el otorgamiento de financiamiento directo para quienes estén en vías de sustituir  los combustibles fósiles. La iniciativa pretende vincular a las empresas privadas para alcanzar las metas de cero neto y comprometerlas a financiar tecnología verde.