Descubren en España fraude alimentario de productos orgánicos falsos

Manuel Pineda Curiel

Escrito por Manuel Pineda Curiel |

La Guardia Civil española ha detenido a cuatro personas en Motril (Granada) por su implicación […]

La Guardia Civil española ha detenido a cuatro personas en Motril (Granada) por su implicación en un fraude alimentario que consistía en distribuir frutas y hortalizas convencionales como productos ecológicos en mercados europeos. Según las estimaciones, el grupo habría comercializado dos millones de kilos de estos productos en los últimos seis meses, engañando tanto a distribuidores como a consumidores que buscaban alimentos orgánicos. El fraude fue detectado tras una investigación de varios meses que reveló que las etiquetas de certificación ecológica utilizadas eran falsas.

El esquema consistía en adquirir productos agrícolas convencionales de diferentes proveedores, reetiquetarlos como ecológicos y distribuirlos en distintos países europeos, obteniendo beneficios ilícitos al aprovechar el mayor valor de mercado de los productos orgánicos. La investigación sigue abierta y no se descarta la participación de más personas ni la ampliación de las cantidades fraudulentas.

Problema creciente

El fraude alimentario no es un problema aislado, y otros casos similares han ocurrido en diferentes partes del mundo en los últimos años:

  1. Fraude de aceite de oliva en Italia (2020)
    En 2020, las autoridades italianas desmantelaron una red que vendía aceite de oliva convencional como aceite de oliva virgen extra. Según la investigación, el aceite era mezclado con productos de menor calidad y etiquetado fraudulentamente como ecológico. Este caso afectó tanto a los consumidores como a la reputación de la industria de exportación de aceite de oliva italiano.
  2. Escándalo de la carne de caballo en Europa (2013)
    En 2013, se descubrió que productos etiquetados como carne de res contenían carne de caballo en varios países de Europa. El escándalo reveló fallos en la cadena de suministro de carne y afectó a grandes cadenas de supermercados. Un informe de la Comisión Europea destacó la necesidad de controles más estrictos para garantizar la autenticidad de los productos alimentarios.
  3. Fraude con productos de miel en Estados Unidos (2018)
    En 2018, se desveló que empresas en Estados Unidos vendían miel adulterada con jarabe de maíz y otros aditivos, pero etiquetada como “pura” y “orgánica”. El fraude afectó gravemente la confianza de los consumidores y la industria apícola, generando una caída en las ventas de productos verdaderamente orgánicos.

Implicaciones económicas

Los fraudes alimentarios no solo impactan a las economías locales, sino que también afectan de manera directa a los consumidores y la confianza en los productos. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el fraude alimentario genera pérdidas globales de 49,000 millones de dólares al año. Esto no solo perjudica a los productores legítimos, sino que también engaña a los consumidores que pagan precios más altos por productos que creen ecológicos o de mayor calidad.

Además, las repercusiones para los consumidores van más allá del precio. Los productos falsamente etiquetados pueden tener consecuencias para la salud, especialmente si contienen pesticidas o productos químicos que los consumidores intentan evitar. Un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señala que los consumidores que buscan productos ecológicos lo hacen en gran parte para reducir su exposición a estos químicos.

En palabras de un portavoz de la Guardia Civil, “este tipo de fraude no solo afecta a la confianza del consumidor, sino también a los pequeños productores ecológicos que ven afectadas sus ventas por prácticas desleales en el mercado”.