Metales y electrónicos, dañan la salud desde tiempos ancestrales

Existe una conclusión contundente a la que llegó una investigación de la Universidad de Viena y la de Sapienza, en Roma, además de la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde se afirma que si la contaminación está en el aire y en un teléfono móvil, terminará en los huesos de las personas.

El estudio titulado ‘Lead in Archeological Human Bones Reflecting Historical Changes in Lead Production’ y publicado por la revista Environmental Science and Technology, señala que la producción de la industria de los metales y la contaminación de los mismos afecta directamente al cuerpo humano.

Para conocer la relación entre los índices de producción de metales y la exposición al plomo tóxico en los individuos, el equipo de expertos analizó detalladamente los restos humanos de un cementerio italiano que fue utilizado ininterrumpidamente por 12 mil años.

Bajo estos profundos análisis, se descubrió que en la medida en que la producción mundial de plomo crecía, también se elevaban los números de absorción de plomo halladas en quienes vivieron en esos periodos, incluso las que no estaban relacionadas con la producción, únicamente por respirarlo.

Y es que historiadores documentan que la producción de plomo inició en el 2500 a.C. con la creación de las primeras monedas, y llegó a su punto cumbre en el periodo romano. Después, hace unos mil años, el plomo volvió a crecer, impulsado por la extracción de plata en Alemania y posteriormente en la Revolución Industrial. Y es así que la presencia de este metal ya se había documentado en archivos ambientales como en sedimentos de lagos y glaciares, aunque las concentraciones en dientes y huesos rara vez se mencionaron, hasta ahora.

Bajo los nuevos hallazgos se pudo calcular el nivel de contaminación por plomo a lo largo del tiempo y se demostró que se asimilaba mucho al ritmo de la producción mundial de plomo. Lo que significa que cuánto más plomo se ha producido es más probable que la gente lo absorba en su cuerpo, teniendo un efecto altamente tóxico advirtió el autor líder de la investigación, Yigal Erel.

Además, algunos trabajos previos han podido demostrar que estar expuesto al plomo, sobre todo los niños, se produce particularmente a través de la comida y la contaminación del aire.

Científicos advierten que estos señalamientos deben tenerse muy presentes en el futuro por el alza de la producción de plomo y más metales necesarios en la demanda mundial de energía y tecnología, tal es el caso de dispositivos electrónicos, baterías, turbinas eólicas o panales solares.

Algunas personas podrían pensar que las personas más afectadas son quienes están más expuestas como mineros o quienes trabajan directamente en instalaciones de reciclaje, sin embargo, expertos señalan que el plomo se puede colar a las vidas de todos en forma de paneles o baterías que envejecen y dejan libre su toxicidad en el aire que se respira y la tierra que se cultiva.

La recomendación fundamental que hacen los investigadores es que ante la amplitud de la utilización de los metales se debe usar a la par higiene industrial, reciclaje seguro y una mayor consideración del medio ambiente y toxicológica en la selección de los metales.