La alimentación y su impacto en el medio ambiente

La alimentación se considera sostenible cuando durante su producción hay una reducción en el impacto al medio ambiente, es decir, no se agotan los recursos naturales y se respeta la biodiversidad. Los alimentos no solo repercuten en la salud de las personas, sino también en el planeta.

“A pesar de los éxitos de la agricultura en las últimas décadas, los sistemas alimentarios y las dietas actuales no son sostenibles”, afirmó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su informe Dietas sostenibles y biodiversidad.

En el mismo documento se advierte que 800 millones de personas pasar hambre en el mundo, mientras que una cantidad mayor sufre enfermedades relacionadas con la alimentación incorrecta, como la obesidad.

De acuerdo con la FAO la alimentación sostenible parte de una producción de alimentos con un impacto ambiental reducido, que respeta la biodiversidad y los ecosistemas. Además de ser culturalmente aceptable, económicamente justa y asequible, también es considerada nutricionalmente inocua y saludable.

La agricultura sostenible se ha convertido en un factor clave para fomentar la alimentación que optimiza los recursos naturales y humanos, para garantizar que las futuras generaciones tengan acceso a los alimentos.

No obstante, la alimentación es una de las actividades humanas con mayor impacto global. Según el estudio Reducing food’s environmental impacts throung producers and consumers publicado por la revista Science, la agricultura es responsable de 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La producción de alimentos utilizar 48% de los recursos naturales, 70% del agua dulce y contribuye notablemente a la deforestación y pérdida de la biodiversidad, advirtió la FAO en su informe.

El reto es alimentar a 7,500 millones de personas, la población que para 2050 superará a los 9,600 millones. Y es que, según el documento antes mencionado, la producción actual no es sostenible y de seguir sobre la misma vía, se requerirán recursos equivalentes a casi tres planetas tierra.

El objetivo principal es lograr que la industria alimentaria sea sostenible en todos los eslabones de la cadena, en todas las etapas por las que pasa desde su producción hasta su consumo, incluido su empaque, transporte y venta.

Las cadenas de suministro sostenible aspiran a que haya un equilibrio entre el beneficio económico, el bienestar social y, sobre todo, el respeto al medio ambiente. Con ello, se garantizan buenas prácticas, la trazabilidad de los productos y condiciones más justas para los productores, intermediarios y consumidores.