Impacto climático en el campo agrícola de LATAM

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Escrito por verdes |

América Latina y el Caribe es una de las regiones más golpeadas por la crisis climática y los fenómenos naturales externos están ocasionando terribles daños.

Impacto climático

Los sistemas alimentarios y la agricultura de América Latina son reconocidos como los más exitosos del mundo al proporcionar comida a una población en rápido crecimiento, agilizando a su vez el desarrollo económico, generando exportaciones y ayudando a disminuir la pobreza y el hambre global.

Incluso es la región más exportadora de alimentos mundiales y sus envíos reducen y estabilizan los precios internacionales de alimentos. Sin embargo, enfrenta grandes retos y colocan a la región en desventaja.

El cambio climático será hostil con América Latina, así lo advierte el “Reporte del Estado del Clima en América Latina y el Caribe 2020” de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

La investigación indica que América Latina y el Caribe es una de las regiones más golpeadas por la crisis climática y los fenómenos naturales externos están ocasionando terribles daños a la salud, alimentos, energía, agua y en general al desarrollo socioeconómico.

Los fenómenos meteorológicos en América Latina han cobrado más de 312,000 vidas, afectado a más de 277 millones de personas entre 1998 y 2020.

Más de ocho millones de personas en América Central sufren carestía alimentaría. En México, en el municipio de Cerritos, San Luis Potosí, se registró un 50 por ciento menos de las cosechas debido a la sequía. Los cultivos más afectados son el maíz, girasol y sorgo. En Guatemala la cifra es más preocupante, sus pérdidas de maíz rondan el 89 por ciento.

Y es que para satisfacer la alimentación de la población, en 2050 se debe incrementar 60 por ciento la producción de comida, pero con el alza de temperaturas en más de 1.5ºC, como se calcula sucederá en 2030, todo el sistema agrícola se verá modificado. La escasez de agua también jugará un papel vital, pues 70 por ciento del agua del mundo se destina a la agricultura.

Los países en desarrollo son los que consumen más tierra y generan mayores cambios en el uso de suelo, lo cual contribuye al cambio climático, así lo señala el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina.

Y añade que cerca de 390 millones de toneladas de CO2 eran generadas en la década de los sesentas y al llegar a 2010 se emitieron 905 millones de toneladas, lo que representa un incremento insólito, tal como lo fue la el aumento de la deforestación.

La pandemia en América Latina y el Caribe es otro elemento que complica el panorama, pues generó una recesión de -7.0 por ciento del PIB regional, la más alta en el planeta, incluso superando a África. Adicionalmente, las tasas de desempleo están entre 15 y 20 por ciento.

Existen grandes oportunidades y áreas por mejorar, aunque también hay mucha incertidumbre, sobre todo después del golpe que generó la pandemia.

Con el cambio climático y el crecimiento poblacional, América Latina debe modernizar su agricultura. Añadir eficiencia para permitir producir más con menos y evitar el deterioro de los suelos y del ciclo del agua que hasta ahora ha generado una actividad poco cuidadosa con la sostenibilidad de los recursos, es una de las conclusiones de un informe del Banco Mundial.

Para 2050 se calcula que la producción de alimentos debe incrementarse 60 por ciento para satisfacer la demanda mundial, lo que lleva a que la agricultura tendría que modificarse, adaptarse y hacerlo apagadamente a la sustentabilidad, en transición a la agenda del cambio climático, ya que de lo contrario, están en riesgo ecosistemas, cadenas agropecuarias y consumidores.