Henkel continúa trabajando en sus estrategias de responsabilidad social

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Por: Mónica Ospina, Embajador de Ciudadanía Corporativa en Henkel Latinoamérica La crisis por las que […]

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Por: Mónica Ospina, Embajador de Ciudadanía Corporativa en Henkel Latinoamérica

La crisis por las que el mundo atraviesa en la actualidad ha originado grandes desafíos sociales a los que el ser humano se enfrenta día tras día. La mayoría de la población ve a las grandes empresas como uno de los principales actores que generan estos retos, atribuyendo las soluciones específicamente a organizaciones no gubernamentales (ONG) o gobiernos; sin embargo, se deben considerar también a éstas como parte de la solución.

Una de las ramas que se focaliza en dicho ámbito, es la filantropía corporativa, la cual se refiere a cómo las compañías hacen uso de sus recursos, es decir, los fondos que donan o invierten socialmente. Por ello, con el propósito de ayudar a los demás, muchas transnacionales crean fundaciones, o se apoyan de diversas actividades, generando así, un impacto positivo en las comunidades donde operan.

En primer lugar, la palabra filantropía, se define como el amor a la especie humana y a todo lo que se relaciona con la misma, siendo una ayuda de carácter desinteresado hacia los demás. Las fundaciones filantrópicas son entonces, aquellas organizaciones sin ánimo de lucro que tienen como fin apoyar a las personas de forma altruista.

Asimismo, este concepto puede ser un instrumento de transformación cultural, si se vincula con las causas, problemas, actores, regiones y enfoques correctos. Con el pasar de las décadas, las empresas han manifestado sentirse motivadas por fomentar una relación armoniosa con las comunidades donde se ubican, instaurando proyectos de diversa índole que cubran necesidades específicas.

Existe una gran cantidad de causas que se pueden atender, pero todas ellas deben estar vinculadas con la humanidad como centro de sus iniciativas. Entre los fines más importantes, se encuentran: la defensa de los derechos humanos, objetivos científicos, deportivos, educativos, laborales y sanitarios, así como una gran lista de actividades que se relacionan con fines sociales.

En Henkel, el compromiso con la sustentabilidad siempre ha sido una parte integral de la cultura corporativa, esto se demuestra a través de la Fundación Fritz Henkel, la cual, desde hace diez años, ha realizado una contribución de más de 30 millones de euros en donaciones financieras, asistiendo a 3.5 millones de personas globalmente. 

Los principales pilares que la guían son: la educación, la igualdad de oportunidades y las actividades en áreas sociales y, para cumplir con su misión, la fundación funge mayoritariamente como apoyo, por lo que ha logrado apadrinar a más de 4,000 proyectos con un impacto a largo plazo. 

Otro de sus propósitos es el enfoque internacional, esto es, contar con una perspectiva de las áreas a las que se les brinda ayuda desde un punto de vista tanto local, como mundial, estableciendo sinergias que generen una huella favorable aún más grande. 

Por último, es fundamental desarrollar una comunicación simple y clara que hable sobre la estructura, compromiso, fondos y fuente del recurso. Más allá de la rendición de cuentas habitual, se considera a la transparencia como un instrumento indispensable para incrementar la eficacia, pero, sobre todo, la confianza en los públicos objetivos.

Es la suma de los elementos anteriores, lo que propicia una evolución favorable de los desafíos con los que lidiamos en el presente y, en consecuencia, Henkel continuará trabajando en sus estrategias de responsabilidad social, creando un mejor futuro para el porvenir de las generaciones.