El próximo 27 de febrero, se cumplirán dos años de haberse confirmado el primer caso de Covid-19 en nuestro país; por entonces, el desconocimiento de los efectos que generaba el virus era total.

Sin embargo, en poco tiempo, la letalidad del virus obligó a todos los países del planeta a cerrar operaciones. Las empresas y negocios, debieron interrumpir de súbito sus actividades y la incertidumbre se apoderó prácticamente de toda actividad económica y humana.

En poco tiempo, todo había cambiado y junto con el cierre de actividades, las empresas debieron responder y adaptarse para seguir operando y salvaguardar a su vez, la integridad de todos sus colaboradores. La salud, se convirtió en el principal activo a preservar para garantizar la continuidad de los negocios.

Este viraje en la forma en que se venían desarrollando las actividades cotidianas, obligó a las empresas a implementar medidas de seguridad y esquemas de trabajo a distancia mediante el uso de las tecnologías.

Diseñar sistemas de conexión, adquirir equipo de computo y dispositivos móviles, así como el acondicionamiento de espacios de trabajo, fueron algunas de las medidas que las empresas debieron adoptar para garantizar la operación y funcionamiento de los negocios.

A dos años de haber implementado muchas de las medidas mencionadas, algunas de ellas han llegado para quedarse. El trabajo a distancia o híbrido, es ya una opción para los colaboradores de las compañías y la asimilación de nuevas tecnologías para desempeñar las tareas cotidianas, también son una constate en el día a día en la era del confinamiento, nombre con el que se conocerá a la pandemia generada por Covid-19.

Hoy, muchas de las adecuaciones de emergencia han revelado nuevas formas en que las empresas pueden operar y han favorecido el desarrollo de las destrezas y habilidades de los colaboradores en distintas áreas de las compañías. El trabajo inclusivo y colaborativo es uno de los resultados generados por la pandemia.

Lamentablemente, la pandemia aún no termina y falta mucho para que eso ocurra, al cierre de esta edición, la variante Ómicron arrasaba el planeta y amenazaba con volver al confinamiento parcial de actividades.

Los efectos económicos ocasionados por dicha variante son ya evidentes en la actividad económica mundial y las empresas están obligadas a tener en sus agendas y planes de trabajo, los posibles efectos de la pandemia.

El informe de las empresas ante el Covid-19, es un ejercicio para asomarnos a la necesidad de adaptación y toma de decisiones por parte de las compañías en un contexto de alta volatilidad económica, en la que la pandemia, es el común denominador y uno de los factores principales a la hora de la toma de decisiones.

Las empresas mexicanas se han adaptado al entorno actual a través del trabajo colaborativo dentro y fuera de la compañía, acercándolas más a las comunidades externas con las que se relacionan y buscando con mayor determinación el bien común.

El proceso de adaptación, no ha sido sencillo, pero las compañías y empresas participantes en el informe de las empresas frente al Covid, están convencidas de que podrán salir fortalecidas de un entorno en el que, en muchos casos, obligó a repensar los negocios y aportar lo mejor de sus colaboradores ante un entorno adverso que se plantea como una oportunidad y un reto.