Alimentos con mayor huella ambiental que autos en España

Un informe indicó que la industria de alimentos contribuye a más de la mitad de la huella de consumo de España, seguida de la movilidad.

Cuando se habla contaminación, lo primero que viene a la mente es ciudades abarrotadas de autos emitiendo grandes cantidades de dióxido de carbono, o las grandes chimeneas de las fábricas produciendo humo negro. Pero de acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Investigación de la Comisión Europea (JRC, Joint Research Centre) apoyado por el ministro Alberto Garzón, es la producción de carne  de cerdo, vaca y pollo las que mayor huella medioambiental dejan en España.  

De acuerdo con el informe, la alimentación supone el 52.1 por ciento de la huella de consumo de España; seguida de la movilidad (el transporte), que representa el 17.1 por ciento; la vivienda (su construcción y los consumos asociados), con el 16.2 por ciento; los bienes del hogar (ropa, calzado, mobiliario), con el 9.6 por ciento; y los electrodomésticos (que incluye diferentes aparatos electrónicos, como el móvil), con el 5.1 por ciento. 

En el informe se puede observar que los “elevados impactos asociados a los alimentos se deben, fundamentalmente, al carácter altamente intensivo e industrial que presenta el sistema agropecuario, fuertemente dependiente del uso de recursos fósiles, de fertilizantes químicos y de grandes cantidades de agua”. 

La Comisión Europea advierte que una sustitución del 25 por ciento de productos de origen animal por productos de origen vegetal en la dieta diaria disminuiría 20 por ciento el agotamiento de la capa de ozono y 15 por ciento el cambio climático. Si el escenario de sustitución de productos consumidos fuese del 50 por ciento, el grado de disminución en esos mismos impactos se situaría entre el 30 y 40 por ciento.

El informe destaca que los cambios en los usos del suelo y el calentamiento global son responsables de cerca del 80 por ciento del daño a los ecosistemas terrestres asociado a los modos de consumo en España. 

A nivel mundial, se calcula que el 70 por ciento de la huella hídrica está relacionada con lo que se come, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

Por ejemplo, producir un kilogramo de ternera puede llegar a los 15 mil litros de agua. A los 10 mi litros el kilo de carne de cordero. Un kilogramo de papas reduce su gasto a 287 litros de agua, 214 litros un kilogramo de tomates o 237 litros un kilo de lechuga. Por lo tanto, consumir menos carne y productos lácteos podría reducir en dos tercios la huella de carbono de los alimentos de un individuo, según el estudio de Oxford, publicado en la revista Science. 

En otro estudio publicado en Science, se establece que en todo el mundo, hay aproximadamente 13,700 millones de toneladas métricas equivalentes de dióxido de carbono (CO2e) emitidas a través de la cadena de suministro de alimentos por año. Para ello, analizaron el trabajo de 38 mil granjas en 119 países. 

En este sentido, el estudio señala que en la producción de todos los alimentos a nivel mundial, el uso de la tierra y las etapas agrícolas de la cadena de suministros representa 80 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Mientras en la cadena de suministro, el transporte representa 10 por ciento de las emisiones totales de estos mismos contaminantes.