Los escasos fondos para daños climáticos, el obstáculo crucial de la COP28

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Escrito por verdes |

A unas semanas de que se lleve a cabo la COP28, se llevo acabo una […]

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A unas semanas de que se lleve a cabo la COP28, se llevo acabo una reunión a puertas cerradas de 70 ministros en Abu Dabi para tratar lo que parece ser el principal obstáculo antes del inicio de la cumbre anual sobre el cambio climático. La creación de un fondo para compensar los daños climáticos, una exigencia crucial de los países en desarrollo en las negociaciones de la ONU, se ha convertido en la cuestión más apremiante, superando incluso el debatido abandono de los combustibles fósiles.

Si bien el debate sobre el fin de las energías fósiles ha estado en el centro de las conversaciones de la ONU en los últimos meses, concretando un objetivo de reducción del carbono en la COP26, el petróleo y el gas han evitado la atención. Sin embargo, este debate, que involucra a países productores, naciones emergentes dependientes de los hidrocarburos, grandes economías consumidoras de estos recursos y estados insulares amenazados por el aumento del nivel del mar, parece haberse aplazado momentáneamente.

El asunto apremiante en este momento es el fondo de “pérdidas y daños”, una cuestión pendiente de la COP27. El financiamiento y funcionamiento de este fondo siguen sin resolverse, a pesar de las demandas de los países en desarrollo que se establecieron para la COP28. Estados Unidos se muestra renuente a contribuir si China se beneficia, lo que refleja el conflicto entre las principales potencias mundiales.

Además, se ha señalado la intención de Occidente de alojar temporalmente el fondo en el Banco Mundial, lo cual plantea preocupaciones, ya que este organismo no está adaptado a las cuestiones de desarrollo, según Michai Robertson, negociador de la Alianza de Pequeños Estados Insulares ( AOSIS). Los países productores de petróleo, como Arabia Saudita, no desean ampliar la lista de donantes más allá de las naciones desarrolladas.

A pesar de estos desafíos, nadie sabe cuánto podrán aportar los países ricos, que ya luchan por cumplir su promesa de financiar con 100,000 millones de dólares anuales la lucha contra el cambio climático. La transición y adaptación requerirá de billones de dólares y el financiamiento público se considerará la palanca para desbloquear los flujos de financiamiento privado.

“Voluntariado”

La ministra francesa de Energía, Agnès Pannier-Runacher, subraya que el fondo de pérdidas y daños “se basa en el voluntariado” y no es una obligación. Sin embargo, la urgencia de llegar a un acuerdo es evidente para evitar que esta cuestión simbólica se convierta en un pretexto para evitar debates más sustanciales, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

En este contexto, es preocupante que el presidente entrante de la COP28, Sultan Al Jaber, pida a los países que encuentren un “terreno común” sobre la mención de combustibles fósiles y energías renovables en el acuerdo final, desviando su discurso habitual sobre la necesidad de reducir los combustibles fósiles. La preocupación se centra en las reticencias de los países del Golfo, encabezados por Arabia Saudita.

A pesar de estos obstáculos, el objetivo de triplicar la capacidad de las energías renovables para 2030 parece avanzar, lo que podría aceptarse como una reducción en las emisiones de combustibles fósiles. Sin embargo, se requieren esfuerzos significativos y decisiones políticas valientes para abordar la urgencia de la crisis climática y la COP28 es un escenario crítico para ello.