Alianzas impulsan el vuelo de la mariposa Monarca

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La importancia de las Monarcas para la humanidad motivó, hace más de 20 años, la creación de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca en México. Pero los retos en la conservación de la especie y sus hábitats requieren de alianzas estratégicas.

Por: Eduardo Rendón-Salinas, Subdirector del Programa de Ecosistemas Terrestres de WWF México.

Las mariposas Monarcas son un reflejo del motor vivo que mantiene al mundo en movimiento: sus alas coloridas las llevan por miles de kilómetro cargando polen y vida a nuestros ecosistemas.

Los Purépechas, pueblo originario de Michoacán, nombran a las mariposas Monarca, “las cosechadoras”, porque su llegada en la migración da paso a la cosecha del maíz; por su parte, los Otomíes y los Mazahuas de la “Región de la Monarca” las consideran las almas de los muertos, que visitan a sus seres queridos en la Tierra durante los primeros días de noviembre.

Las Monarcas son también un ejemplo de perseverancia que trascendie fronteras: su migración de más de 4,000 kilómetros, desde Canadá y Estados Unidos hasta los bosques de México estrecha el vínculo entre la gente, los ecosistemas silvestres y los sistemas de producción agrícola gracias a la polinización que proveen.

Este acto de transportar polen de flor en flor es clave en los procesos ecológicos que favorecen la salud de los ecosistemas, debido a que la polinización permite el intercambio genético entre individuos de distintas poblaciones de la misma especie que se encuentran alejadas geográficamente. Esto favorece a la diversidad biológica, y con ello la capacidad de las especies para adaptarse a los retos que la naturaleza impone.

Gracias a este proceso, los ecosistemas y sus componentes – individuos, poblaciones y comunidades – son capaces de permanecer vivos y otorgarnos los que ahora se conocen como servicios ecosistémicos.  

La polinización también es fundamental para la producción de alimentos. Los ecosistemas proveen a los campos de cultivo con polinizadores, los cuales hacen su trabajo y dan lugar a la producción de alimentos, además de fortalecer los cultivos con la diversidad genética necesaria. Un ejemplo es el cacao: 90 por ciento de sus cosechas dependen de la polinización realizada por especies de moscas muy especializadas, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO).

En general, 75 por ciento de las plantas cultivadas que sirven de alimento a los seres humanos dependen de la polinización que realizan insectos como las abejas, abejorros, moscas y mariposas como las Monarcas. También hay aves como los colibríes y algunos mamíferos como los murciélagos, que son cruciales para la reproducción de cultivos específicos.

El vuelo de la Monarca enfrenta cuatro grandes amenazas: i. el uso indiscriminado de herbicidas que eliminan las plantas en las que se desarrollan sus larvas en los sitios de reproducción de Estados Unidos; ii. la tala ilegal y el mal manejo de los bosques en la región de su hibernación en México; iii. el cambio en el uso del suelo en los tres países; y iv. el cambio climático, que afecta tanto a sus sitios de reproducción como a los bosques de hibernación.

La relevancia de las Monarcas para la humanidad motivó la creación de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca (RBMM) en México en el año 2000, la cual se encuentra en el límite de Michoacán y el Estado de México, particularmente en los municipios de Contepec, Senguio, Angangueo, Aporo, Ocampo y Zitácuaro, así como en Temascalcingo, San José del Rincón, Villa de Allende y Donato Guerra respectivamente para ambas entidades. Incluye 56,259 hectáreas (ha), con 13,551 ha designadas como zona núcleo, donde se establecen las colonias de hibernación más importantes de mariposas Monarca. 

La Reserva tiene como finalidad la conservación de la Monarca, con bases científicas y de la mano de aliados estratégicos. Las bases científicas son la puerta para que las personas, que viven en los sitios donde la mariposa migra e hiberna, nutren el conocimiento tradicional para cuidar el medio ambiente y mejorar su economía.

Las alianzas estratégicas entre el sector privado y la sociedad civil son clave para la conservación y restauración de las poblaciones de este insecto que, en Norteamérica, se han reducido 80 por ciento en las últimas dos décadas.

Entre las acciones que se realizan en colaboración con marcas como Air Wick Aceites Esenciales, se encuentra la plantación de 750,000 árboles durante los siguientes tres años para reforestar 630 hectáreas de bosque para la hibernación de estas magníficas mariposas. Se utilizarán especies nativas de pinos como el Pinus pseudostrobus y el Pinus michoacana, así como el Abies religiosa conocido como oyamel. Este último es el árbol preferido por las Monarcas migratorias para establecer los densos grupos de mariposas, tanto en ramas como en troncos, que conforman las impresionantes y densas colonias de hibernación en México.

Nuestra colaboración también beneficia a los pobladores locales y a sus bosques: crearemos 35 empleos permanentes y 870 temporales en actividades de conservación como monitoreo comunitario. También sembraremos tres jardines de plantas aromáticas con la colaboración de 60 mujeres, promoviendo el uso de plantas nativas y conocimientos tradicionales de herbolaria.

La conservación de la naturaleza es un ejercicio de constancia que busca superar todos los obstáculos y llegar a la meta común, lograr la armonía de los humanos con la naturaleza.