Está en duda la promesa de BP y la petrolera estatal SOCAR de eliminar la quema de metano en Azerbaiyán para 2030. Esto, con base en un informe de Global Witness, el cual asegura que hubo un incremento de 10.5% en esta actividad desde 2018, cuando fue la última vez que el país informó sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero. Por cierto, esta nación será anfitriona de la próxima COP29.

El reporte, basado en datos de imágenes satelitales recopilados por el Grupo de Observación de la Tierra de la Escuela de Minas de Colorado, explica que varias de las instalaciones en las que la quema sigue siendo elevada son operadas por BP. Entre estas se encuentra:

1. El yacimiento Azeri-Chirag-Guneshli (ACG), ubicado en el mar Caspio.
2. Y la terminal de Sangachal al, sur de Bakú.

Las instalaciones ACG de BP han quemado casi 1,000 millones de metros cúbicos de gas desde 2019, explica el documento. El año pasado esta práctica casi igualó el récord del yacimiento en 2014. Eso, a pesar de que la producción de petróleo será 46 % menor en 2023 que hace una década. En 2023 sus llamaradas casi igualaron el récord del yacimiento en 2014.

Por otro lado, en el primer semestre de 2024 la terminal de Sangachal ya ha quemado casi 40 millones de metros cúbicos de gas, expuso el informe. Y quemó más gas en abril de 2024 que en cualquier otro mes desde 2013.

Esto la sitúa en el mejor momento de su historia para alcanzar el mayor índice de combustión anual.

La contradicción

BP, SOCAR y Azerbaiyán son signatarios de la iniciativa del Banco Mundial “Zero Routine Flaring Initiative”.

1. El país de Eurasia se compromete a eliminar la quema rutinaria de gas para 2030.
2. Ambas compañías han suscrito el Compromiso Mundial contra el Metano de 2021. Su objetivo es reducir las emisiones de metano en un 30% esta década.

¿Qué dicen los involucrados en la quema de metano?

“BP y SOCAR han prometido eliminar la quema de gas para 2030, pero en realidad la quema en sus instalaciones está aumentando”, dijo Patrick Galey, Investigador Principal de Combustibles Fósiles de Global Witness.

“Esto ha pasado desapercibido en gran medida porque Azerbaiyán, al que se ha encomendado la tarea de liderar la diplomacia climática mundial este año, no se ha molestado en informar sobre sus emisiones en seis años. ¿Cómo va a conseguir compromisos de otros países si ni siquiera es capaz de hacer lo mínimo?”, agregó.

En su defensa, al hablar de la quema de metano, un portavoz de BP dijo: “BP sigue en el buen camino para lograr la combustión rutinaria cero en 2030, en línea tanto con la Iniciativa de combustión rutinaria cero del Banco Mundial como con la Carta de descarbonización del petróleo y el gas, de la que somos signatarios”.

Y añadió: “BP se compromete a respetar a las comunidades en las que opera y a colaborar con ellas. En Sangachal existen desde hace tiempo programas de compromiso con la comunidad, que incluyen procedimientos para mantener el diálogo y permitir que las preocupaciones de la comunidad se planteen y reciban respuesta”.

Una práctica recurrente y dañina

1. Por diversas razones, la industria quema el gas fósil producido durante la extracción de petróleo.
2. Con la cantidad de gas que se quema cada año se podría abastecer a África subsahariana: Banco Mundial.
3. La quema contribuye a la mala calidad del aire.
4. Se le atribuye el aumento de los problemas de salud cerca de las instalaciones donde se realiza rutinariamente.

De este último punto, el reporte de Global Witness precisa que los residentes cercanos a la terminal de BP, en Sangachal, han notificado una serie de síntomas, como problemas respiratorios y cardíacos.

“Esta quema, fácilmente evitable, está arrojando gases peligrosos a la atmósfera, poniendo en peligro la contaminación del aire que respiran los ciudadanos azerbaiyanos y burlándose de las promesas de BP, SOCAR y Azerbaiyán. Las promesas voluntarias no valen ni el papel en el que están escritas”, puntualizó Patrick Galey.

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