Carteras inmobiliarias en riesgo por el cambio climático

Manuel Pineda Curiel

Escrito por Manuel Pineda Curiel |

El cambio climático no solo está transformando el entorno natural, sino que también está afectando […]

El cambio climático no solo está transformando el entorno natural, sino que también está afectando profundamente el sector inmobiliario, una de las clases de activos más importantes a nivel global. Según un reciente informe del banco suizo UBS, los riesgos climáticos, en particular los asociados con la “transición” hacia una economía más sostenible, están comenzando a tener un impacto financiero significativo en las carteras inmobiliarias comerciales.

El informe subraya que la transición hacia un mundo más sostenible está generando desafíos financieros para los inversores inmobiliarios, especialmente aquellos que poseen activos comerciales. UBS estima el llamado riesgo de transición de su cartera inmobiliaria comercial en 46,000 millones de dólares. Este riesgo de transición se refiere a los impactos financieros derivados del deterioro de la solvencia crediticia y la disminución del valor de los activos, como consecuencia de los esfuerzos globales por abordar el cambio climático.

Comparado con otras exposiciones sensibles al clima, esta cifra eclipsa por completo a las demás. La siguiente más alta, correspondiente al sector de desarrollo y gestión de bienes raíces, se sitúa en poco más de 10,000 millones de dólares. Aunque los bienes raíces comerciales representan la mayor exposición en términos de dólares, UBS señala que el riesgo real de esos activos es, en promedio, “moderado”.

Impacto en las carteras inmobiliarias

El informe también subraya cómo otros sectores se ven afectados por los riesgos de transición climática. Por ejemplo, los préstamos de UBS a empresas químicas, con una exposición de 5,800 millones de dólares, y a empresas de servicios públicos, con 4,200 millones de dólares, son considerados de “alto” riesgo. Sin embargo, su cartera global de préstamos, que asciende a 778,000 millones de dólares, tiene una exposición de riesgo de transición “alto” relativamente baja, con poco más de 10.000 millones de dólares.

UBS estima que la gran mayoría de sus activos, 545,000 millones de dólares, presentan un riesgo de transición “moderadamente bajo”. Esto sugiere que, si bien los bienes raíces comerciales están expuestos, el banco ha tomado medidas para mitigar los riesgos en otras áreas.

Cómo el cambio climático afecta al sector inmobiliario

Más allá de las cifras, el informe de UBS destaca que el cambio climático está afectando al sector inmobiliario de diversas maneras:

  • Aumento de eventos climáticos extremos: Las inundaciones, incendios forestales, huracanes y olas de calor más intensas representan una amenaza directa para las propiedades situadas en áreas vulnerables. Según UBS, las pérdidas económicas por desastres naturales han aumentado un 250 por ciento en las últimas dos décadas.
  • Devaluación de propiedades: Las propiedades en zonas de riesgo climático, como áreas costeras o propensas a incendios, podrían experimentar devaluaciones significativas. UBS advierte que las propiedades en áreas vulnerables podrían perder hasta el 40 por ciento de su valor en un escenario de riesgo severo.
  • Costos de adaptación y regulación: Las nuevas normativas relacionadas con la sostenibilidad y la eficiencia energética implicarán inversiones importantes en adaptación para los propietarios de bienes raíces, incrementando los costos de mantenimiento entre un 10 y 30 por ciento.
  • Migración y cambios demográficos: Los desplazamientos causados por el cambio climático están cambiando la demanda de vivienda y oficinas, afectando tanto la oferta como el valor de los bienes raíces en regiones afectadas.

Los expertos financieros coinciden en que los riesgos climáticos, especialmente los de transición, deben ser una parte fundamental de las decisiones de inversión inmobiliaria. UBS señala que los inversores deben ajustar sus carteras considerando estos riesgos. “Los inversores inmobiliarios ya no pueden ignorar los riesgos climáticos. Estos riesgos no son algo futuro; ya están afectando el valor de las propiedades y la estabilidad de las carteras”, señala un analista del banco.

La economista ambiental Sarah Armstrong añadió que el cambio climático está generando un riesgo financiero considerable para el sector inmobiliario. “Invertir en resiliencia climática y eficiencia energética ya no es opcional, sino una estrategia esencial para preservar el valor de los activos”.