Croacia podría ser el salvavidas energético de la Unión Europea

verdes

Escrito por verdes |

El oleoducto Adria podría ser la solución para los países de Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Serbia […]

Croacia

El oleoducto Adria podría ser la solución para los países de Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Serbia y Bosnia para reducir su dependencia del gas ruso, y así obtener el combustible desde Croacia.

La idea de construir un oleoducto en la antigua Yugoslavia surgió desde 1965 con el propósito de abastecer las refinerías yugoslavas en Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia y un ramal para abarcar Hungría, con 10 millones de toneladas de petróleo al año. Su construcción comenzó en 1989, sin embargo, con la desintegración del país se detuvieron las obras.

Y hoy día, con la crisis energética derivada de la dependencia de la UE al gas ruso, Croacia para ser uno de los grandes ganadores ante el desabasto. Por lo que en Zagreb (capital de Croacia), se está trabajando en un proyecto para duplicar la capacidad del oleoducto Adria a 2 millones de toneladas mensuales. 

Analistas han determinado que Croacia se podría convertir en un exportador de energía para Europa, si continúan las inversiones para generar energías renovables, y si logra aumentar su capacidad para exportar gas natural licuado de los 2,900 millones de metros cúbicos anuales a 6,100 millones de metro cúbicos al año en condiciones normales.

Aunque Croacia ya tenía tiempo trabajando para diversificar sus fuentes de energía mucho antes de la invasión de Rusia a Ucrania, situación que le permitió paulatinamente disminuir su importación de petróleo de Rusia a poco más de una cuarta parte de sus importaciones totales en el 2020, el nivel más bajo desde 2003, sustituyéndolo por petróleo que trae desde de Azerbaiyán y Kazajstán. 

Croacia, el nuevo proveedor de energía en Europa

De acuerdo con el profesor de la facultad de geología y minería de la Universidad de Zagreb, Croacia tiene la oportunidad de proveer energía a varios países de Europa Central en la situación geopolítica energética actual y las dificultades para importar energía desde Rusia. 

La noticia de poder satisfacer su necesidad energética por el mar Adriático ha caído bastante bien a los países que por décadas han dependido del gas ruso. Por ejemplo, Budapest MOL, de Hungría, quien bombea crudo ruso a través de Ucrania por medio del oleoducto Druzhba para abastecer sus refinerías en Budapest y Bratislava, tendrá un solución en caso que las sanciones de la UE, los daños por la guerra o una decisión rusa limite o suprima definitivamente el suministro de flujo como pasó con el gasoducto Nord Stream.

MOL también está preparando mejoras a sus refinerías con un costo cercano a los 500 millones de dólares, para que puedan procesar mezclas de crudo no rusas más ligeras. 

Janaf es la empresa que opera el oleoducto Adria, el cual puede transportar un poco menos de 1 millón de toneladas de petróleo al mes. Representantes de la compañía croata afirman que la inversión planificada que se aplicará en el oleoducto debe cubrir las necesidades de las refinerías de Hungría, Eslovaquia y Serbia. 

Sin embargo, los gobiernos de Hungría y Serbia aceptaron que construirán un ramal para conectarlo al oleoducto Druzhba para garantizarle a Budapest y a Belgrado la continuidad del crudo ruso a un precio más barato.