El reciclaje sólo es una parte de la solución del manejo de residuos

Manuel Pineda Curiel

Escrito por Manuel Pineda Curiel |

Proveedores y tiendas de autoservicio están rediseñando sus productos, cadenas de suministro y estrategias de […]

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Proveedores y tiendas de autoservicio están rediseñando sus productos, cadenas de suministro y estrategias de venta para integrarse en le economía circular y, en un futuro, aumentar su rentabilidad.

La transición hacia una economía circular, donde los recursos se utilizan de manera más eficiente y los desechos se convierten en insumos, presenta múltiples desafíos para las empresas que buscan crear una cadena de valor sostenible a través del reciclaje. Este modelo económico no sólo pretende reducir el impacto ambiental, sino también generar valor económico y social a largo plazo.

Las empresas deben considerar la vida útil de los productos desde su concepción, optando por materiales reciclables y procesos que permitan la fácil recuperación de componentes y materiales. Esto implica una inversión significativa en investigación y desarrollo, así como una reevaluación de las prácticas de diseño actuales.

Otro desafío es la integración de la cadena de suministro. Para una economía circular efectiva es crucial que todos los eslabones estén alineados con los principios de circularidad. Esto requiere una colaboración estrecha entre proveedores, fabricantes, distribuidores y consumidores, al igual que la implementación de sistemas de logística inversa que faciliten la devolución y la reutilización de productos y materiales.

Sin embargo, Paolo Mazza, CEO de Mercado Circular, una empresa chilena que busca masificar el reúso y el refil como alternativa para acelerar y optimizar la economía circular en Latinoamérica, asegura que, en la práctica, la transición ha afectado la relación entre los proveedores y las empresas.

“Ambos tienen objetivos de corto plazo, tienen que cumplir sus metas mensuales, anuales. Entonces, ya desde esa instancia, no hay espacio para conversar de proyectos de largo plazo cuando se maneja a ese nivel”, indica el directivo.

Por esto, es importante que las organizaciones comuniquen sus estrategias de economía circular desde un nivel gerencial, para que luego pueda permear correctamente hacia toda la cadena de valor.

Enfoque equivocado

Paolo Mazza cree que las economías circulares a nivel mundial se han enfocado en el reciclaje y se han puesto como bandera que reciclar es la solución a los problemas de generación de basura. “Yo les traigo una mala noticia: aunque es parte de la solución, no es la solución”, argumenta.

Agrega que, a pesar de que Europa lleva 30 años reciclando, las cifras actuales indican que de toda la basura que recolectan únicamente es posible reciclar el 40 por ciento, y de los envases que recolectan sólo el 60 por ciento se puede reciclar, mientras que el resto va a los vertederos municipales.

El también presidente de la Asociación Latinoamericana de Industrias de Productos de Limpieza, Aseo, Domisanitarios y Afines (Aliada), pone el ejemplo de la Ciudad de México, donde se recolecta hasta el 97 por ciento de los envases plásticos que salen al mercado, pero únicamente se recicla el 24 por ciento. “Entonces no basta al reciclaje, se necesita de otras instancias y una de ellas es el reúso, y creo que el refil es el complemento al foco del reciclaje”, reflexiona.

Maza puntualiza que el reúso y el refil tiene beneficios directos para las empresas, los puntos de venta y el consumidor: en primer lugar, hay un impacto directo en la imagen que tienen los consumidores de las marcas y del retail. Aunque los clientes no entran en estos sistemas motivados por la sustentabilidad, sí lo hacen por el ahorro de precio, además de que atribuyen a las empresas un compromiso a favor de la sustentabilidad.

Además, las cadenas de supermercados se dan cuenta de que este sistema de reúso aumenta el número de clientes que visita sus establecimientos. “Resulta que la recarga, el refil, te obliga a ir físicamente al punto de venta y con una frecuencia establecida, si tú compras detergente de ropa (habitualmente los mexicanos compran 11 veces al año un promedio de 4 o 5 litros) estás garantizando que esa persona va a volver todos los meses a rellenar su botella y eso es lo que se llama generar tráfico”, puntualiza Mazza.

En esta cadena de valor, la educación y la concientización de los consumidores también juegan un papel fundamental, así que es esencial fomentar una cultura de consumo responsable y de valorización de productos duraderos y reparables.

“Lo que nosotros necesitamos como sociedad es un cambio de hábitos, pero se piensa que el único esfuerzo que debo hacer es clasificar bien la basura, pero puedo seguir consumiendo igual, entonces ahí hay un tema para un cambio de paradigma”, dice el CEO de Mercado Circular.

Finalmente, deja claro que las empresas también enfrentan los retos del tema regulatorio y de políticas públicas, debido a que, para que la economía circular prospere, se requiere un marco legal que incentive las prácticas circulares y penalice las lineales y derrochadoras. Esto incluye incentivos fiscales para empresas circulares, regulaciones que promuevan la responsabilidad extendida del productor y la estandarización de criterios para la certificación de productos circulares.