El regreso de Europa a los combustibles fósiles

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En julio de 2021, los comisionados de la Unión Europea (UE) establecieron una serie de […]

Combustibles fósiles

En julio de 2021, los comisionados de la Unión Europea (UE) establecieron una serie de políticas verdes para encaminar al continente hacia la neutralidad climática a más tardar en el año 2050. Entre aplausos, dijeron que la economía de los combustibles fósiles había llegado a sus límites.

Pero poco más de un año después, esos mismos comisionados ahora supervisan decenas de miles de millones de euros destinados a gastos en infraestructura y combustibles fósiles, en medio de severos recortes en el suministro de gas proveniente de Rusia y precios récord.

Datos analizados por expertos en energía, y revelados por el Financial Times, sugieren que los gobiernos europeos gastarán al menos 50 mil millones de euros este invierno en infraestructura y suministros de combustibles fósiles, incluyendo gas enviado desde el extranjero y carbón para alimentar plantas de energía previamente cerradas. 

La UE, que anteriormente dependía de Rusia para cerca del 40 por ciento de su gas y más de la mitad de su carbón, parece tener pocas opciones. Las industrias, desde los fabricantes de fertilizantes hasta las fundidoras de zinc, han tenido que cerrar al no poder pagar el costo del combustible. Aunado a ello, las facturas de energía están empujando a muchos consumidores al borde de la pobreza.

En respuesta, se estima que los gobiernos de la UE han asignado unos 280 mil millones de euros para proteger a los consumidores del aumento vertiginoso de los precios de la energía, ofreciendo recortes en las tarifas, pagando el gas enviado y entregando dádivas a hogares vulnerables.

La reacción de la UE a la llamada “armamentización” del suministro de energía por parte de Rusia ha sido proponer un impuesto sobre los generadores de energía que no sean de gas, incluidas las energías renovables, que se benefician de los altos precios. También se contempla aumentar el suministro de combustibles fósiles para que las personas puedan sobrevivir el invierno.

Gas natural, carbón

Siete terminales flotantes para procesar gas natural licuado de fuentes no rusas estarán en funcionamiento en Alemania, Países Bajos y el Mar Báltico, entre Estonia y Finlandia, a tiempo para el invierno. Además, se planean al menos 19 más en toda la UE con costos generales del proyecto que alcanzan casi 10 mil millones de euros. 

Esa cantidad no incluye el desembolso de la infraestructura adicional necesaria, como tuberías y embarcaderos. Juntos, estos permitirán 30 mil millones de euros adicionales en gas importado, según las estimaciones actuales.

Al mismo tiempo, varios países, incluidos Alemania y Países Bajos, han permitido el reinicio de las operaciones en las centrales eléctricas de carbón que habían quedado en desuso o debían cerrar. Lo anterior significa la quema de 13 millones de toneladas adicionales de carbón. 

Sin embargo, funcionarios de la Unión Europea advierten que estas medidas provisionales no afectarán la ambición del bloque de ser ambientalmente neutrales para 2050. Por ejemplo, proponen aumentar su objetivo general de energía renovable del 40 por ciento de la generación de energía total al 45 por ciento para 2030.