Emisiones de CO2: Desafíos y Compromisos 2024

Por: Martín Rincón, Director de Operaciones y Sustentabilidad de Bio Pappel

Existen problemas para los que podemos tomarnos un tiempo para encontrar soluciones. Hay otros que son tan urgentes que tenemos que ser estratégicos, rápidos y asertivos en cada oportunidad. Esa es la rapidez y certeza que requerimos para frenar el cambio climático. Pero, ¿cómo sabemos si las medidas que están tomando empresas, organizaciones y todos los actores globales involucrados en promover y aplicar la sustentabilidad están dando resultado?

Analicemos pues el tema de las emisiones de Dióxido de Carbono (CO²) y los temidos gases de efecto invernadero (GEI) que han acompañado el desarrollo económico y social a nivel mundial. 

Visto a corto plazo, los datos no son muy esperanzadores, ya que parece que nada ha podido frenar la emisión de GEI. Por ejemplo, en 2010 se emitieron 33.4 billones de toneladas métricas de CO². Para 2018, ese número aumentó a 36.8 billones. En 2020, llegó la pandemia y con ella la parálisis económica global, y solo así, por primera vez en la historia, las emisiones se redujeron a 35.2 billones. Sin embargo, ese panorama se desvaneció con rapidez, y para 2021 las emisiones llegaron a 37.1 billones de toneladas métricas (Our World in Data, basado en Global Carbon Budget 2022).

Pese a ello, el ritmo de crecimiento afortunadamente ha disminuido y comparar entre dos décadas es algo muy útil. Con la misma fuente de información, verificamos que entre 1980 y 1990 las emisiones crecieron 16.7 por ciento, y para el periodo que va de 2011 a 2021, lo hicieron en 7.6 por ciento.

Estos números reflejan, sin duda, la importancia de seguir llevando a cabo las estrategias sustentables que hoy impulsamos la mayoría de las empresas y organizaciones globales en la búsqueda de un impacto positivo a largo plazo en la lucha contra el cambio climático y el cuidado del medio ambiente. 

La gran discusión para muchos al día de hoy es si el ritmo de crecimiento de los negocios y la generación de empleos debe tomar un rumbo más pausado, o bien, lo que conviene es replantear grandes alianzas globales en donde los países asuman nuevamente las responsabilidades sobre el cambio climático e implementen, de manera coordinada, estrategias de emisiones netas cero de la mano de todas las industrias.

La primera opción, por supuesto, no es viable; la segunda requiere una revisión y renovación de los grandes acuerdos logrados hasta ahora, como el Pacto Mundial de la ONU y los Objetivos de Desarrollo Sustentable, así como el Acuerdo de París para limitar la temperatura global a 1.5ºC.

Como uno de los principales agentes de cambio, las empresas tenemos la responsabilidad de seguir impulsando estrategias sustentables que sumen a la carrera contra el cambio climático sin dejar de lado la rentabilidad de los negocios. En este sentido, Bio Pappel, a través de su modelo de economía circular, Bosque Urbano®, apuesta por el reciclaje de papel y cartón a gran escala para reducir la emisión de GEI a la atmósfera por medio de la captura de CO²; a la vez que impulsa el cuidado del agua y el uso de energía verde dentro de sus operaciones.

Es claro que se requiere una creciente conciencia global sobre la urgencia de abordar el cambio climático e influir en la formulación de políticas más ambiciosas que nos acerquen a las metas planteadas en materia ambiental. 

Deseo que este año se sumen nuevas voces al diálogo global de la sustentabilidad, con la intención de diversificar los puntos de vista y abrir la posibilidad a soluciones innovadoras y equitativas que nos acerquen al futuro verde que todos deseamos.