En camino a la autosuficiencia energética
Escrito por Martín Rincón - Director de Sustentabilidad de Biopappel |
Como individuos y organizaciones, tenemos el compromiso de corregir e impulsar prácticas más sustentables; convirtiéndonos en pieza clave de la solución.
Como lo he expuesto en mis anteriores columnas, los grandes desafíos globales a los que actualmente nos enfrentamos fueron causados por impulsar modelos de producción desmedidos y sobre todo insostenibles para el planeta.
Hoy sabemos que los efectos del cambio climático no se restringen al medio ecológico, alcanzan esferas como la económica, social e incluso política; todas determinantes para el desarrollo de nuestro país y del mundo.
En consecuencia, como individuos y más como organizaciones, tenemos el compromiso de corregir esta situación, impulsado prácticas más sustentables; convirtiéndonos a todas y todos en pieza clave de la solución.
Para aclarar el panorama, aquí algunos datos. De acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero (INEGyCEI) 1990-2015, publicado en 2018, reveló que las emisiones de gases de efecto invernadero tuvieron un crecimiento anual de 1.73 por ciento, equivalente a 683 megatoneladas de CO2e, y los sectores que tuvieron el mayor crecimiento en su volumen de emisión, entre 1990 y 2015, fueron los de residuos (265.8 por ciento) y el de procesos industriales y uso de productos (65.9 por ciento).
La investigación científica United in Science, llevada a cabo por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) dio a conocer que la pandemia mundial por COVID-19 provocó una reducción de 6 por ciento en emisiones de dióxido de carbono, sin embargo, la ONU ha alertado que aún es insuficiente, pues se requiere que ésta sea de al menos 7.6 por ciento anual para lograr el objetivo de una disminución de 1.5 grados en la temperatura global, establecido en los Acuerdos de París.
Es evidente que aún queda un largo camino por recorrer, pero es tarea de todos los actores de la sociedad aportar a la construcción de un futuro más optimista para las actuales y futuras generaciones. Desde luego, el trabajo por hacer es mucho pero cada día podemos avanzar, en lo individual y colectivo, en los tres conceptos básicos de sustentabilidad: Reducir, Reciclar y Reutilizar.
Esfuerzos como Bio-ENERGY, el sistema implementado por Bio Pappel, son necesarios para lograr ese impacto. Este modelo aprovecha el vapor resultante de los procesos productivos para la generación de energía verde, con lo cual la compañía va en camino a la autosuficiencia. Tan solo en 2020, gracias a este sistema, Bio Pappel cogeneró el 60.1 por ciento de la electricidad necesaria en su operación.
Con Bio-ENERGY hemos logrado consumir sólo la tercera parte de energía proveniente de la red nacional para fabricar papel, contribuyendo significativamente al objetivo de eficiencia energética, cuyas bases parten de los ODS establecidos por la ONU, y sobre los cuales México ha tenido un papel activo en la definición de la nueva Agenda de Desarrollo, posterior a 2015.
En cuanto a la eficiencia energética –que consiste en reducir el consumo al tiempo que se incrementa la productividad–, según datos más recientes, reportados en el Sistema de Información de los ODS, México logró disminuir su intensidad energética nacional a 476,017 kilojoules en 2019, un ajuste importante si se considera que en 2016 era de 513,930 kilojoules. Esto refleja que el esfuerzo por reducir el consumo de energía ha sido efectivo.
El decrecimiento de este indicador es un motivo para ver con optimismo hacia el futuro, pues demuestra que las acciones que tomamos para aportar a la solución, sí rinde frutos.
Trabajando en conjunto, las palabras se transforman en acciones, demostrando que el compromiso y el trabajo en equipo son cruciales para lograr los grandes cambios que necesitamos.