España planea parques eólicos flotantes

La energía eólica es símbolo de sustentabilidad, es una de las más limpias pues en su producción no se generan gases nocivos a la atmósfera, ni contamina el agua. Además ofrece una buena cantidad de trabajos locales, y sustituye miles de toneladas de energía fósil.

En Europa saben de la importancia de invertir en este tipo de tecnología para reducir el daño al medioambiente y dar un paso firme para la transición energética. 

De acuerdo con Iberdrola, en 2021 la capacidad eólica instalada total en Europa alcanzó la cifra de 235 GW,  7.7 por ciento más que en 2020. Se consiguió así un total de 207 GW procedente de parques eólicos en tierra y 28 GW de parques eólicos en el mar. Con 64 GW, Alemania sigue a la cabeza de la producción a partir de la fuerza del viento en Europa, seguida por España (28 GW), Reino Unido (27 GW), Francia (19 GW) y Suecia (12 GW). 

España, unos de los países con mayor capacidad instalada, se encontraba hasta hace unos años con un problema para expandir su poder eólico. Y es que con una costa con aguas profundas se complica la instalación de plataformas que necesitan cimentación. Sin embargo, las nuevas tecnologías están permitiendo que las hélices puedan ser colocadas en plataformas flotantes, lo que permitirá la ampliación de esta fuerza energética en el país.

En días recientes, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) anunció que hay 15 proyectos de este tipo presentados a consulta pública en España, y los empresarios urgen a una transición ecológica y la aprobación de la regulación en la materia, que se pudiera dar a principios de 2023 para que los primeros proyectos estén funcionando en 2029, logrando el objetivo trazado de que haya entre 1 y 3 gigavatios instalados en 2030.

Tomás Romagosa, director técnico de AEE señaló recientemente que la energía eólica flotante [floating offshore] les permite alejarse de las playas, construir parques más grandes que produzcan más, y además limitar los impactos sobre los paisajes, el turismo y la pesca.

Para que comiencen a operar estos parques es necesario que el Ministerio de Transición Ecológica actualice el marco regulatorio específico, desarrolle los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) y saque las primeras subastas para esta energía. 

Se espera que este marco jurídico esté listo lo antes posible, entre finales de este año y principios del siguiente, ya que hay una gran complejidad técnica para poner en operación estos parques, pues para su construcción e inicio de trabajos pueden pasar hasta siete años.

A decir de la AEE, aunque España es un referente en cuanto a la exportación de esta tecnología, no cuenta con un parque eólico marino, por lo que se debe aprovechar la capacidad técnica, de personal capacitado, y de astilleros, que podrían ponerlo a la vanguardia en el mundo.

Según los informes Scenarios for 2030 y Outlook to 2020 de WindEurope, la energía eólica proporcionó 16.5 por ciento de la energía de toda Europa en 2020, cifra que alcanzaría 30 por ciento en el año 2030, con una potencia total instalada de 323,000 MW.