Europa busca remontar ante China en la electromovilidad

Las empresas europeas quieren detener el avance de las armadoras de China, país que fabrica el 60 por ciento de los vehículos eléctricos que se venden en el mundo.

Con la electromovilidad la geografía de la industria automotriz mundial se está transformando vertiginosamente. El mercado de autos, donde hace poco más de una década las marcas estadounidenses y europeas se disputaban el liderazgo, hoy está dominado por China, pero esta carrera todavía no ha llegado a su final.

El país asiático fabricó el 60 por ciento de los vehículos eléctricos comercializados en 2023, de acuerdo con el Global EV Outlook 2024 de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). Un 25 por ciento se produjo en Europa, 10 por ciento en Estados Unidos y el restante 5 por ciento en otros destinos, incluyendo México.

Pero seguirle el ritmo a China no es fácil, pues también es el mayor exportador mundial de autos, con 4 millones de unidades el año pasado, 1.2 millones de los cuales fueron eléctricos.

En este sentido, el pronóstico más conservador prevé que la flota mundial llegará a 240 millones de unidades; esto es 10 por ciento del total de ventas de vehículos para 2030. Y el más optimista, planteado por el informe Escenario de Emisiones Netas Cero (NZE Scenario) de la IEA, pronostica que las ventas de vehículos eléctricos crecerán 60 por ciento al final de esta década, para alcanzar 380 millones de unidades en circulación.

En el prometedor mercado de la movilidad eléctrica, los fabricantes europeos no quieren quedarse rezagados frente al poderío chino. Pero China está abriendo cada vez más fábricas en territorio europeo y las marcas europeas saben que abandonar la carrera implicaría una amenaza para su industria automotriz y los empleados del sector.

Para seguir en la pelea, la Unión Europea ya analiza la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos de origen chino. A la par, las armadoras europeas crean estrategias para seguir en la competencia. Por ejemplo, Volkswagen vende un tercio de sus autos en China y planea lanzar 40 nuevos modelos para este mercado en los próximos tres años.

Además, invertirá 2,700 millones de dólares en investigación, desarrollo y producción en China. Y se alió con Xpeng Motors, una armadora local, para desarrollar modelos eléctricos.

Otras armadoras europeas también han recurrido a las alianzas con compañías chinas. BMW se asoció con Brilliance Auto, y Jaguar-Land Rover con Chery Automobile.